Construcción de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos: vital para el desarrollo del Beni

Vicealmirante Ismael Schabib

Vicealmirante Ismael Schabib Soy de las personas que junto a millones de otras, nos preocupa la degradación del medio ambiente y el calentamiento global. Recuerdo una de las leyes de física que me enseñaron en el colegio secundario: “A iguales condiciones de volumen a mayor temperatura, mayor presión”; profanamente hablando sobre meteorología, no es difícil suponer que con una mayor presión generada por un superior calentamiento, habrá también, mayor evaporación de los mares y ríos, las masas de aire donde viajan las nubes, se moverán con más fuerza, causando estragos, como el huracán “Catrina” en Nueva Orleans. ¡Cuán peligroso es este problema! También comparto la idea de muchos en sentido que los países deben desarrollarse en armonía con la naturaleza, y no sólo respetando el equilibrio ecológico, sino enriqueciendo las regiones, por ejemplo, si en una hectárea existe un almendro, que bueno sería sembrar otros nueve, y no sólo en este caso sino en el de la Mara, la Itaúba, el Cedro, Etc. De igual manera, si el bosque ubicado al pié de la cordillera frena la velocidad de la corriente del agua que podría inundar y dañar otros espacios aguas abajo, actuar inteligentemente, sería potenciar esos bosques para que sean más efectivos como freno natural de la corriente, y no talarlos para sembrar coca, por ejemplo, como ocurre en del Departamento de Cochabamba, en perjuicio del Beni.

Otra cosa es condenar a los seres humanos al subdesarrollo por no construir infraestructura vital, indispensable, como carreteras allí donde no hay.



Oponerse a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, es inexplicable. Carreteras interprovinciales e interdepartamentales, una con Cochabamba, otra con la Paz, con Santa Cruz y con Pando es lo mínimo indispensable que podríamos pedir para integrarnos entre benianos y con el resto del país. El territorio beniano es largo y ancho, sin embargo pedir dos carreteras que nos unan con otro departamento, como ocurre entre Cochabamba y Santa Cruz, podría ser negociable, pero una por lo menos, no lo es.

Si la carretera que comunica a la ciudad de Santa Cruz con la ciudad capital del Beni, es el cordón umbilical que nos une por vía terrestre con el resto de Bolivia, excepto Pando, aunque sea dando enormes vueltas, las ventajas que propiciaría esta otra vía de comunicación se traduciría en acortar distancias en vista de la ubicación central en el territorio nacional del Departamento de Cochabamba, sería acceder a otro gran mercado interno para la producción agropecuaria, para la industria maderera y otras, sería una motivación para que los benianos produzcamos más, con el adicional que la producción de ambos departamentos, es complementaria.

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No se tendría que explicar por qué se debe construir esa vía, así como los paceños no deben explicar por qué tienen una carretera que los comunica con Oruro, de igual manera los orureños y potosinos, los potosinos y tarijeños, etc. Los que se oponen deberían justificar su posición.

Como millones de bolivianos, soy opositor al gobierno del MAS, por divisionista, racista, discriminador, ateo, corrupto, antidemocrático, propugnador de un modelo seudo socialista perdedor y empobrecedor históricamente demostrado, porque no hay país socialista rico, por mentir y engañar a la gente, especialmente a la más humilde, por propiciar matanzas como la de Pando, por traicionar a la nación boliviana, inventándose una treintena, etc. Pero aquello no me impide ver lo que puede estar bien.

Los departamentos de Beni y Pando lucen todavía aislados, están incomunicados hacia adentro y hacia fuera, y son de los más pobres de Bolivia, pese a su enorme potencial, debido a varias causas, principalmente la precaria educación superior, el precario servicio de salud y casi ninguna infraestructura caminera utilizable todo el año. Decir que no necesitan carreteras porque tienen ríos, es desconocer la realidad.

Oponerse a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos con el argumento de que no se les ha consultado a los indígenas del lugar, aunque sea una dosis amarga de la misma medicina que fabricó el MAS para dañar a las autonomías departamentales inventándose naciones, es una pésima idea, argumentar que es para evitar que los narcococaleros depredadores del medio ambiente sigan extendiendo sus sembradíos, no es válido, porque ya están haciéndolo en el lugar, y si los benianos queremos tomar acciones para evitar la expansión maligna de la coca, si queremos todavía preservar la ecología de la región, necesitamos de la carretera para llegar con mayor facilidad porque los narcococaleros ya están ahí.

Pero, también existen otras razones para construir esa carretera, una de ellas sería el mejoramiento de la vía San Ignacio-Trinidad y San Ignacio–San Borja como complemento, otra es la seguridad, la preservación de la Capital del Beni, la ciudad de Trinidad. Debido al trazo de la carretera, en una dirección semi paralela con el eje Ichilo-Mamoré, represaría importantes volúmenes de agua que en tiempo de lluvias escurren de la cordillera y llegan a través de la pampa al río Mamoré, generando en este un mayor desborde, amenazando con hacer desparecer a Trinidad. Esta carretera frenaría por lo menos un 30% de ese volumen de agua, haciendo que fluya por el Oeste de la pampa beniana, hasta encontrarse con el Mamoré aguas abajo de Trinidad, esto equivaldría, por pura casualidad, a practicar un control de cuencas.