A tiempo de expresar su solidaridad con el segundo vicepresidente del Comité pro Santa Cruz, Luis Alberto Áñez, y condenar la persecución política de la que es víctima este líder cívico y otros dirigentes opositores al régimen autoritario de Evo Morales, el Comité Cívico Femenino Departamental convoca al pueblo cruceño a estar presente en la Fiscalía de Distrito este viernes 10 de junio, a las 10 de la mañana, para acompañar a Beto Áñez en esta injusta situación.
De acuerdo con Ana María Zankys, presidenta del Comité Cívico Femenino, la citación del Ministerio Público a Beto Áñez, por un caso, de la cual no tuvo nada que ver, demuestra que se trata de una persecución política contra los líderes cívicos cruceños y los que piensan diferente.
Según Áñez, llama la atención que sólo citan a declarar a cinco de los ocho es consejeros de Aasana, y más aún, porque el denunciante es el ex director de Aasana, el directo responsable de los supuestos hechos que investiga la Fiscalía. Esta persona ahora está como director nacional de Aasana y él más bien deber estar en el banquillo de los acusados, acotó.
Hace tres días, también fueron citados por la Fiscalía de Distrito los diputados Jessica Echeverría y Luis Felipe Dorado, sólo por denunciar los hechos de corrupción de gobierno actual, que curiosamente no son investigados por las autoridades competentes.
De igual manera, el alcalde de La Guardia, Jorge Morales, fue ilegalmente detenido por orden de un fiscal, que está al servicio del régimen de turno. Sin embargo, un juez corrigió el mal proceder jurídico y otorgó medidas sustitutivas al burgomaestre.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Cabe resaltar que el monseñor Nicolás Castellanos, que dirige la Fundación Hombres Nuevos y que realiza una labor social muy importante en el país, salió en defensa de la autoridad edilicia de La Guardia y dijo que es una de las autoridades municipales más honestas y transparentes en Bolivia.
Para una gran mayoría del pueblo boliviano, en los últimos años, el Ministerio Público en lugar de cumplir su rol de defender a la sociedad y al Estado, se ha convertido en un mecanismo de amedrentamiento contra los dirigentes y líderes que piensan diferente.