El boomerang judicial

EVO BOOMERANG El gobierno de Evo Morales dio un nuevo paso en la judicialización de la política, al hacer que tanto Manfred Reyes Villa como Mario Cossío sean incluidos como buscados en la página web de Interpol.

En parte, se hace esto para tender una cortina de humo que oculte los temas que le preocupan al gobierno, como el caso Sanabria o la inclusión de Bolivia en la lista de países que no combaten el narco-lavado.

Al mismo tiempo, la persecución es parte intrínseca de la dinámica de los regímenes de tintes totalitarios, que sólo pueden existir eliminando todo liderazgo alternativo.



Pero la experiencia histórica demuestra que los gobiernos autoritarios no duran para siempre y los responsables de la persecución acaban sentados en el banquillo de los acusados, ya sea en tribunales nacionales o internacionales.

La judicialización de la política será un boomerang que tarde o temprano se volverá en contra del mismo gobierno, que no ha sabido construir concertación y paz, sino odio y división.

Los perseguidores de hoy tal vez sean los acusados de mañana, por corrupción y crímenes de lesa humanidad. Con la gran diferencia de que ellos tendrán derecho a todas las garantías del debido proceso y a la imparcialidad de una justicia independiente.

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