La fiesta generó al amanecer oportunidades para negocios pequeños y más tarde provocó que la fuerza de la morenada haga bailar juntos al Vicepresidente y al Alcalde.
Baile. Álvaro García Linera (MAS) y Luis Revilla (MSM) bailaron y tocaron platillos. Foto: Reynaldo Zaconeta
La Razón – Svetlana Salvatierra
Morenada y platillos logran que políticos olviden sus diferencias
En internet, los canales y blogueros retransmitieron la fiesta del Gran Poder
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Juntos terminaron tocando platillos y bailando al son de la morenada en el palco oficial de la entrada del Gran Poder 2011. Así, el vicepresidente Álvaro García Linera cumplió su deseo de tocar platillos y el alcalde de La Paz, Luis Revilla, bailar como un moreno.
“Sólo me falta platillear y ya con eso estoy del otro lado…”, dijo el Vicepresidente a los periodistas, haciendo un alto en su baile.
“Uno no puede dejar pasar este flujo de energía, de compromiso; es, sin duda, un privilegio estar aquí”, afirmó García Linera. El jueves, el Gobierno declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de Bolivia a 5 danzas. Una de ellas es la morenada. “Nuestras raíces son el fundamento de lo que somos”.
“Me pican los pies para bailar. Me muero de ganas por bailar”, expresó el alcalde paceño Luis Revilla. Tuvo que elegir y este año no bailó con Los Catedráticos, fraternidad tradicional de la que es miembro y con los cuales hace varios años baila morenada. Ello no impidió que baje del palco oficial en reiteradas ocasiones para acompañar a las figuras femeninas de la danza de los morenos.
“El ser andino urbano expresa no sólo su arte sino sus creencias y religiosidad; por eso, la fastuosa festividad es una representación de la diversidad de danzas ejecutadas bajo la promesa de bailar tres años como agradecimiento a la divinidad del Señor Jesús del Gran Poder”, sostuvo Revilla.
La emotividad de los bailarines logró transmitirse a las autoridades que no dudaron en alinearse para tocar al mismo tiempo los platillos y coincidir en los pasos de la morenada.
Entre otras autoridades, destacó el asambleísta paceño Alejandro Zapata demostrando su pasión por los bailes paceños.
INTERNET. El canal estatal TVB, con señal abierta, la red Unitel y el canal RTP transmitieron la fiesta del Gran Poder; sin embargo, este año, la difusión se amplificó a través de la red de internet.
RTP Bolivia transmitió en vivo a través de un sitio en internet que logró 529.490 vistas.
Al menos una decena de blogs bolivianos copiaron en sus páginas los accesos a los canales RTP y Unitel para que sus seguidores pueda disfrutar de la transmisión en vivo por internet. Los mensajes destacaron la fastuosa fiesta.
PATRIMONIO GRAN PODER
La Razón – M. Gómez y E. Ibargüen – La Paz
Majestuosa. Los más de 30 mil bailarines de la entrada del Gran Poder lucieron ayer toda su gala y alegría en procura de que la fiesta folklórica paceña sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco de Naciones Unidas.
Danza patrimonial. Un bloque de llameros entusiasmados marca el tradicional paso en la entrada del Señor del Gran Poder. Foto: Alejandro Álvarez
“Este año no es cualquiera. Los organizadores nos pidieron que bailemos como nunca y que hagamos sonar fuerte nuestras matracas, porque nos van a filmar para que la fiesta del Tata sea patrimonio”, decía Ramiro Cabezas, con la voz entrecortada por el esfuerzo.
Las palabras de este moreno achachi expresan el sentimiento que invadió ayer a los integrantes de las 60 fraternidades que desplegaron la riqueza folklórica musical del país en su recorrido desde la plaza Garita de Lima hasta la Avenida del Ejército.
Los ritmos de la morenada, el caporal, la kullawada, la saya y la llamerada, recién declaradas por ley Patrimonio Cultural e Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia, entre otras danzas, hicieron retumbar el centro paceño y cautivaron al público.
La cruzada ante la Unesco tuvo ayer una de sus principales tareas, con la filmación de la Festividad Señor Jesús del Gran Poder para el documental que será enviado a la organización junto al formulario de inscripción y un archivo fotográfico.
El Concejo Municipal paceño aprobó una ordenanza para formar un comité que diseñe la carpeta de postulación de esta celebración que desde 1995 es Patrimonio Cultural del Municipio de La Paz y desde el 2002, Patrimonio Cultural de Bolivia.
El alcalde Luis Revilla señaló en el palco principal, ubicado en la avenida Mariscal Santa Cruz, que el trámite de declaratoria es un proceso largo, pero que se dio el primer paso con la ordenanza, y ahora se aunarán fuerzas con el Gobierno nacional.
Ayer, los bailarines también desplegaron todo su encanto y sus coreografías para optar a los premios de mejor danza liviana, pesada y autóctona. Otro dato llamativo fue la proliferación de trajes con el rojo, amarillo y verde de la tricolor boliviana.
La fiesta comenzó a las siete de la mañana y se prolongó hasta pasada la medianoche. Una nota alta la marcó la organización: no hubo mucho espacio entre comparsas, se desplegó decenas de policías en el trayecto y se controló el consumo de bebidas alcohólicas entre los danzarines.
El Señor estrenó atuendo y recibió a sus creyentes
Miles de danzarines demostraron ayer su devoción ante la imagen del Señor Jesús del Gran Poder. Una efigie imponente que estaba cubierta por un manto amarillo y blanco con detalles dorados. El Tata recibió a sus peregrinos en el santuario de la iglesia del mismo nombre, en la calle Antonio Gallardo.
Algunos de los bailarines besaban su manto, otros se arrodillaban y le ofrecían una oración pidiendo algún milagro y también estaban aquellos que le agradecían un favor cumplido. “Me operé de la vesícula hace 15 días y todo salió muy bien y debo cumplir con mi Señor”, comentó Natty Mendoza, de la morenada los Rebeldes del Gran Poder. Por su parte, los espectadores no dejaban de poner flores a los pies del Tata, así como donativos.
El presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos, Fernando Valencia, dijo a EFE que está en trámite la declaración de la fiesta del Tata como Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la Unesco y que de producirse será un justo homenaje a esta expresión que tiene sus orígenes a principios del siglo XX.