Romero, a lo Messi

Julio H. Linares C.*

juliolinares Siempre dudé de la verdadera convicción autonómica del ex ministro del área Carlos Romero, aunque debo aceptar que nunca dudé de su inteligencia, sus conocimientos y la manera en que manejaba los campos de la negociación y el debate.

Quién sabe es la razón por la cual ahora es el flamante Ministro de la Presidencia y, claro, parece que también fue la verdadera razón por la cual se le encomendó alguna vez las autonomías, justamente para eso, para parar inteligentemente el embate de las regiones, municipios e indígenas, porque desde un punto de vista muy personal, creo que la camiseta autonómica nunca la vistió.



Es que es por demás evidente que la casaca que el ministro Romero suda es nomás centralista, pero además se ve que en el equipo del Gobierno ¡juega de Messi! Y si no lo creen, vean nomás los quiebres y goles que metió, no sólo a los líderes autonomistas, sino al espíritu descentralizador en sí.

Es todo un genio de la gambeta y sus inicios fueron al puro estilo de un ídolo, pues desde que la dizque Autonomía iba naciendo, él para nada mostraba poca experiencia y ya en la construcción de la Ley Marco de Autonomías repartía proyectos de ley y organizaba talleres por aquí y por allá, entreteniendo a líderes, autoridades, funcionarios, intelectuales y sociedad civil, para que al final se promulgue una ley con un dejo centralista que fue frustrante para los rivales. Pero no sólo eso, sino que ahora además sólo es utilizada para sacarlos de su cargo y perseguirlos. Como dirían los hermanos Echavarría: “¡Brillante maniobra!”.

Para muestra, no sólo están los archiconocidos casos de gobernadores y alcaldes de capitales enjuiciados, sino un dato muy interesante del matutino cruceño El Día, que indica que luego de las elecciones municipales del pasado año, 10 alcaldes eran del MAS en Santa Cruz. ¡Ahora son 28! ¿Mera casualidad?

Pero la habilidad venía de antes, desde divisiones inferiores, cuando formó parte del equipo que insertó en la Constitución lo de las 36 naciones indígenas, otro gol a favor del Gobierno y su proceso. Hecho esto, también se reunía constantemente con estos originarios, una y otra vez, con el fin de alcanzar el sueño prometido de la autonomía indígena. Al final, la ley promulgada da un mínimo de mil pobladores para fundar una autonomía originaria y, según dicen las estadísticas, más de 20 de estas naciones acabaron ahí su sueño. Pero quién sabe es mejor, porque es conocido que también se dedicó a tiempo completo a validar 11 autonomías indígenas. Sin embargo, sólo hizo eso, les cambió el cartel —ya no son municipios—, pero las condiciones financieras paupérrimas de sus instituciones son las mismas.

Pero así como Messi tiene un genio como Xavi al lado, él tiene un Arce. Y con el Ministro de Economía metieron más goles, crearon disposiciones legales y procedimentales en las que la palabra y el poder del alcalde y de los concejos ya no valen nada, pues ahora no sólo que la Asamblea Plurinacional debe aprobar la reformulación presupuestaria hasta de un municipio chico, sino que cualquier pequeñito cambio de partida presupuestaria tiene que ser aprobado por la burocracia apostada en La Paz. ¡Qué goleada centralista!

Y para cerrar con vuelta olímpica, hizo lo inimaginable, gambeta rápida con gol de chilena. Mientras en el Senado se discutía la Ley de Clasificación de Impuestos, en la que dirá que gobiernos municipales y departamentales —que según la Constitución están al mismo nivel del Gobierno central— deberán pedirle permiso a su compañero Arce para crear cualquier impuestito, él aparecía en la tele cambiando de Ministerio. ¡Oooleee! Equipo de Messi, perdón, de Romero 8 – Autonomía 0. A esperar el siguiente campeonato.

*Economista

La Prensa – La Paz