Varón y mujer los creó


Carlos Cordero Carrafa*

CORDERO “Y creó Dios al hombre a su imagen. A imagen de Dios lo creó. Varón y mujer los creó”. Según el libro del Génesis, la creación del varón y mujer ocurrió en la mañana y tarde del sexto día.

El punto no es debatir la veracidad científica de la creación del universo, sino destacar que en la concepción cristiana (también en la Carta Pastoral de la Iglesia Católica boliviana se reivindica este principio), varón y mujer tienen una condición de igualdad originaria e inherente. Fuimos creados en un mismo momento sin distinción de superioridad o preeminencia.



La condición de igualdad e identidad con lo divino forma parte de nuestros misterios (verdades religiosas que no son contrarios a la razón, sino sujetas a explicaciones en el marco de la fe). Es así que sostenemos que la creación del ser humano fue hecha a imagen de Dios. En esta verdad de fe, se pone de manifiesto la doble condición del ser, la limitada naturaleza terrena y la inconmensurable naturaleza divina del varón–mujer. El principio de la doble condición nos lleva a otro misterio igualmente profundo: lo humano constituye la proyección simbólica de Dios en la Tierra. Por tanto: varón y mujer somos diferentes y uno en nuestra naturaleza terrena. De la misma manera, somos diferentes y uno (mujer y varón) con Dios en nuestra naturaleza divina.

Estas promisorias reflexiones coinciden con algunos hechos ocurridos en distintos lugares del mundo relacionados con la condición femenina. Dolorosos hechos que nos hieren y avergüenzan.

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Una investigación realizada por instituciones bolivianas ratifica que en el año 2010, por cuestiones de misoginia, (odio a las mujeres) fueron asesinadas 147 mujeres. ¿Tomó nota? Éste es el número de casos denunciados.

La representante especial de la ONU para violencia sexual en conflictos armados, Margot Walstrom, acusó al Gobierno del líder libio Muamar al Gadafi de utilizar la violación sexual “como parte de su arsenal de guerra”. Las acusaciones de violaciones en masa perpetradas en Libia no son nuevas. Luis Moreno Ocampo, fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, sostuvo que “disponemos de información indicando que Gadafi mismo las autorizó para castigar a la población”. Miles de mujeres libias violadas por el Ejército. Ruanda y la Guerra de los Balcanes son ejemplos ignominiosos de violación de mujeres como arma de guerra.

A propósito de la Carta Pastoral: “Los católicos…”, escuché comentar que la misma era “poco femenina”. Veamos algunos testimonios en sentido contrario. “Nos preocupan… actitudes cerradas que no reconocen la vocación del laico como miembro del Pueblo de Dios, en especial de la mujer” (CP 16.) Respecto de los avances sociales en nuestro país, los obispos sostienen que “valoramos y alentamos —el proceso—, que busca reparar tantos signos de marginación, desigual distribución de la riqueza, desnivel cultural, discriminación de la mujer” (CP 25). “No se puede desconocer la persistencia del machismo cuyos efectos negativos en la familia y en la sociedad se ven en la discriminación de la mujer…” (CP 46).

En oposición a ciertas prácticas culturales o ideológicas (demasiado humanas), la Iglesia Católica defiende aquello de que la pareja humana, varón y mujer, está hecha a imagen y semejanza de Dios (CP 49).

Bajo esta perspectiva del principio de igualdad entre lo femenino y masculino e identidad con lo divino, ver toda la Carta Pastoral, y en especial: 53, 86, 87, 88, 89, 91.

*Politólogo y catedrático

La Prensa – La Paz