El Estado Plurinacional de Bolivia en fecha 21 de diciembre del 2010 promulgó la Ley Nro. 071 con el título de “Ley de Derechos de la Madre Tierra – LDMT”. Esta ley pretende poner freno al derecho propietario que el hombre ha creído gozar sobre el de la madre tierra desde siempre – derecho de usar, de gozar de sus frutos y de “abusar”. Poner freno a este uso irrestricto de todos los recursos que la naturaleza provee es el objetivo principal de esta ley.
Sin embargo, no es suficiente lanzar una ley y asunto terminado, pues el Estado debe precautelar el cumplimiento de ella en todos los ámbitos, y las mismas autoridades y mandos del Gobierno del Estado Plurinacional deben cumplir y hacerlo cumplir, sino cualquier Ley llega a ser un saludo a la bandera y con decir esto queremos poner un ejemplo de lo que está ocurriendo en la Reserva Forestal de El Choré.
La Reserva forestal de El Choré fue creado por D.S. No. 7779 del 3 de agosto del año 1966 con una superficie de 900.000 hectáreas; el año 1991 se amplía con 180.000 has., llegando a un total de 1.080,000 hectáreas. Sin embargo, amparado en las recomendaciones del PLUS (1995) el año 2000 se desafectan 211.632.55 hectáreas en el Municipio de Santa Rosa, debido principalmente a un fuerte impacto ocasionado por los asentamientos de la época, quedando por lo tanto, con una superficie de solo 868.367.42 hectáreas.
El Choré por su vocación de uso establecido por el PLUS es de Producción Forestal Permanente y ese es el estatus jurídico para efectos de la protección y tutela de sus derechos, que adquiere el carácter de sujeto colectivo de Interés Público – lo dice la Ley de Derechos de la Madre Tierra en su Art. 5, por lo tanto, en la aplicación de sus derechos tomará en cuenta las especificidades y particularidades de sus diversos componentes; yendo más allá, se reconocen los diversos componentes que atañen al manejo forestal responsable que garanticen su conservación y regeneración.
En este contexto, convengamos que la Reserva Forestal de El Choré también contiene y es parte del esqueleto de la Madre Tierra, por lo tanto su defensa para garantizar las condiciones necesarias para su capacidad regenerativa (Art. 2 inc. 3), deben pasar por el respeto y protección del estado y de cualquier persona individual o colectiva que garanticen los Derechos de la Madre tierra para el Bien Vivir de las generaciones actuales y futuras (Art. 2, inc., 4); más que todo precautelando el interés de la población que ve a la Reserva forestal de El Choré como un Bien Colectivo (Art. 2 inc. 2) que es necesario conservarlo por que sostiene la vida mediante la provisión de servicios ambientales y condiciones productivas para más de 20 Municipios Agropecuarios ubicados en el Norte Integrado y área de influencia, que albergan aproximadamente 1.600.000 habitantes, que generan entre 150 y 200 mil empleos y que producen de manera directa é indirecta entre el 50 y 60% de los alimentos que se producen en el país, aportando a la seguridad alimentaria de todo el Estado Plurinacional.
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Sin embargo, la situación actual en la que se encuentra El Choré es gravísima, por los avasallamientos y/o asentamientos ilegales que han sido y son al calor de posiciones políticas y promovidas por promesas electorales de dotar tierras condicionadas al voto de apoyo. En El Choré existen 8 centrales de campesinos, 43 sindicatos de productores registrados – aunque hay dirigentes que hablan de 77 sindicatos y que el 80% de estos avasalladores son del Chapare Cochabambino. Y para peor, los sindicatos afiliados a estas 8 centrales, están exigiendo que les sean otorgados el derecho propietario tal como fueron las promesas electorales de los actuales dirigentes del partido de gobierno del MAS.
En Octubre de 2009, ya la Gobernación de Santa Cruz y otras organizaciones hicieron llegar las denuncias sobre estos avasallamientos, chaqueos, quemas é incendios forestales, almácigos y plantaciones de coca de hasta de 3 años de edad, sin embargo, las instituciones llamadas por ley como la ABT, INRA, Fiscalía, FELCCN, Viceministerio de Tierras y otros, – inclusive se hicieron publicaciones en diferentes medios de comunicación -, sin embargo, no hicieron absolutamente nada, porque los avasalladores de El Choré son de su filiación política.
¿Y donde está la Ley de Derechos de la Madre Tierra y que El Choré es la costilla de su sagrado esqueleto? ¿Donde están los organismos competentes que hagan respetar y cumplir los derechos de la Madre Tierra a la vida, a la diversidad de la vida, al agua, al aire limpio, al equilibrio, a la restauración y a vivir libre de contaminación (Cap. III, Art. 7)? ¿Y la demanda del sujeto colectivo de interés público donde queda?
Entonces, el estipulado en el Capítulo IV- Art. 8 sobre las Obligaciones del Estado Plurinacional, en todos sus niveles y ámbitos territoriales y a través de todas sus autoridades e instituciones, que no hacen absolutamente nada, es simplemente un discurso que ni los propios impulsores de la Ley tienen la mínima intención de cumplir y hacerla cumplir.
Por lo tanto, ya que las autoridades competentes y llamadas por ley no hacen nada, debemos convocar a los deberes de las personas naturales y jurídicas, públicas y privadas (Art. 9 Inc. 6), a denunciar los actos de Avasallamientos de la Reserva Forestal de El Choré y estar atentos a cualquier convocatoria (Art. 9 Inc. 7), ya sea esta de la Gobernación, Gobiernos Municipales, organizaciones campesina é indígenas, vecinos y sociedad civil en general, con el objetivo de buscar soluciones y acciones orientadas a la conservación y/o protección de la Reserva Forestal de El Choré, porque es y tiene que ser de interés nuestro y el de todos los cruceños y bolivianos.
No se puede permitir que en pleno Año Internacional del Bosque y Día Mundial de la Tierra (22 de abril), que esta nuestra Reserva sea desmantelada de la manera más irresponsable, dejándonos con un futuro ambientalmente incierto y con nuestras capacidades productivas reducidas al mínimo.
¡Por lo tanto, la Ley de Derechos de la Madre Tierra simplemente sirve para discurso, porque en la práctica sigue siendo lo mismo y todavía peor!
No al avasallamiento.
Santa Cruz, Julio de 2011
Confederación Nacional de Naciones Indígenas Originarias de Bolivia (CONNIOB)