‘Defenderemos la Convención de 1961, pero no le faltará apoyo a Bolivia’

Luigi De Chiara. El embajador de Italia en Bolivia dice que ante cualquier decisión de la comunidad internacional respecto a la denuncia boliviana a la Convención Única de estupefacientes de 1961, Italia “va a estar siempre al lado del presidente Evo Morales” para apoyarlo en acciones de lucha contra el narcotráfico. No obstante, da a entender que su país será coherente para defender la integridad de la citada Convención para que Bolivia no sea un precedente de otras demandas similares.

— Usted anuncia un apoyo económico (de Italia) de $us 300.000 a Bolivia, para la lucha contra el narcotráfico, en momentos en que los recursos escasean en Europa…

image — Aunque persiste la crisis financiera en Europa, lo hicimos porque en el último año hemos visto la actividad del Gobierno boliviano. Entendimos la necesidad de incrementar los esfuerzos para luchar contra el narcotráfico. Como embajador, me siento muy satisfecho de haber logrado estos recursos para Bolivia.



— ¿Por qué esa decisión?

— Estamos conscientes de que la responsabilidad en la lucha contra el narcotráfico es compartida, tanto de los países productores, los de tránsito, como de los consumidores.

— ¿Para qué serán utilizados esos recursos?

— Es para apoyar el Programa País de Bolivia, que impulsa la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD). Este programa tiende a limitar y sustituir los cultivos ilegales de coca en varias regiones de Bolivia, con proyectos de desarrollo de la producción agrícola alternativa.

— ¿En qué otros proyectos apoya su gobierno?

— Particularmente, estamos apoyando a los policías bolivianos que están luchando contra el narcotráfico. Buscamos la especialización de los efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN).

— Además de la cooperación, ¿hay coordinación entre ambas policías?

— Hay una cooperación cotidiana. Se coordina con las fuerzas bolivianas en el tema del narcotráfico con nuestra Policía especializada.

— ¿Qué acciones han realizado de manera conjunta?

— Hace tres meses, las fuerzas bolivianas arrestaron a Stefano Ferrari, un criminal buscado por la Policía Italiana, considerado como uno de los capos de las mafias del narcotráfico en Europa (fue capturado el 10 de abril en el aeropuerto Viru Viru). La información vino desde Italia y gracias a la acción de la Policía Boliviana fue posible encontrarlo para que lo arresten. Él está todavía bajo control boliviano en una prisión de Santa Cruz, esperando su extradición.

— Bolivia ha denunciado la Convención de Viena de 1961 sobre Estupefacientes. ¿Cuál fue la reacción italiana?

— Estando en Bolivia, es más fácil comprender las razones en la base de su denuncia y la visión de Bolivia respecto a la despenalización del acullico, pero cuando el problema se da en ámbito multilateral, hay otras consideraciones que prevalecen.

— ¿Cómo cuáles?

— El de defender la integridad de la Convención de 1961. Fue por esa razón que Italia ha sido uno de los países que se opuso a la primera iniciativa de Bolivia ante la ONU, hace dos años.

— Pero ahora, Bolivia decidió denunciar esa Convención.

— Vamos a ver cómo tomarán esa decisión los países, entre los cuales también está Italia. Me parece que nuestra posición va a ser coherente, en sentido de que queremos defender la integridad de la Constitución de la Convención, lo que no significa que faltará apoyo y asistencia a Bolivia para luchar contra el narcotráfico. Ya lo demostramos con esta cooperación que acabamos de dar, justo después de la denuncia.

— ¿Cómo califica la decisión boliviana?

— Me parece muy bien que en el mismo decreto que aprobó la denuncia, también haya decidido regresar a la Convención desde el próximo año y sobre todo haya dado señales de que quiere mantener vigentes las disposiciones de la Convención.

— ¿Podrá Bolivia tener éxito?

— La posición de Bolivia es legítima, pero puede ser (que se dé) una oposición de la comunidad internacional. Es decir, desde el punto de vista de Bolivia, su razonamiento es perfectamente coherente. El problema es que en el ámbito mundial, en la comunidad internacional, hay otras visiones que prevalecen como la de la integridad de la Convención. Lo que haga Bolivia podría ser un ejemplo para que cualquier (otro) país denuncie y reacceda con reserva, sobre cosas que no le gusta en este sistema. Yo espero que se pueda buscar una solución que satisfaga a Bolivia en el ámbito internacional.

La Razón – Miguel A. Melendres – La Paz