El ALBA en estado terminal

chavez_enfermo_cáncer Después de casi tres semanas de fallido ocultamiento de la verdad, el coronel Chávez no tuvo más remedio que confesar lo que ya era vox populi: se encuentra aquejado por un proceso cancerígeno con posibles efectos letales. La compleja condición médica del cabecilla del bloque “bolivariano” no sólo abre profundas interrogantes sobre el destino político de Venezuela, sino de buena parte de América Latina.

En efecto, el personalismo impreso a su gobierno, así como la desmedida influencia que ejerce de manera directa sobre sus discípulos de Bolivia, Ecuador y Nicaragua, acrecienta la relevancia que tendría una eventual desaparición de Chávez del escenario político continental.

En el caso de Venezuela, el gobierno chavista ya se encuentra en plena crisis de sucesión, con una creciente tensión entre los dirigentes que estaban a la sombra del mandamás y que ahora ven en el horizonte la posibilidad presidencial. Es improbable, dada justamente la naturaleza caudillista del régimen, que el mismo pueda sobrevivir a su creador, por lo que la chance de democratización se ampliaría, lo que no significa que esto se desarrolle sin conflictos.



A nivel latinoamericano, el posible eclipse de Chávez se convierte en toda una metáfora de la fase terminal en la que parece haber ingresado el ALBA. Los países integrantes del bloque aparecen cada vez más aislados en la escena internacional y las últimas victorias residuales de candidatos supuestamente pro-chavistas (Mauricio Funes en El Salvador y Ollanta Humala en el Perú) desembocan en gobiernos pragmáticos que no traducen sus simpatías en un seguimiento práctico del modelo de Caracas.

En suma, que el “socialismo del siglo XXI” ya no seduce ni engaña, vistos sus pobres resultados económico-sociales y el deterioro de la democracia en los países donde la fórmula hegemonista ha sido aplicada.

Si el proyecto ya se encontraba en una fase complicada por su agotamiento intrínseco, la desaparición de Chávez o una larga convalecencia que lo neutralice políticamente podría ser el tiro de gracia para la desarticulación final.

No faltan, por supuesto, quienes especulan con una maniobra del propio coronel para luego efectuar una espectacular reaparición en plena campaña electoral, pero el visible deterioro físico del gobernante venezolano parece desmentir esa posibilidad.

Como sea, América Latina está en ascuas. Es el resultado de haber puesto a las personas por encima de las instituciones.

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