La política se entromete en la Copa América

Los buenos resultados atraen a los estadistas. Los gobernantes se suben a la ola de las buenas noticias, aunque sean meros empates, como lo hicieron Evo Morales, el convaleciente Hugo Chávez y el todavía no estrenado Ollanta Humala.

imageEl presidente de Venezuela Hugo Chavez junto al mandatario Evo Morales/ Foto archivo

Por Cecilia Caminos



Santa Fe, 8 Jul. (dpa/ANF).- El fútbol genera una pasión popular de la cual pocos políticos quieren quedar afuera. Y la Copa América 2011 lo demuestra una vez más, en medio de la contienda electoral del país anfitrión, Argentina, y con Hugo Chávez y Evo Morales como protagonistas infaltables.

Los buenos resultados atraen a los estadistas. Y así como Barack Obama se comparó con el número uno, el argentino Lionel Messi, los gobernantes se suben a la ola de las buenas noticias, aunque sean meros empates.

"Qué tremendo juego el de la Vinotinto! Cuán orgullosos estamos de ustedes, muchachos", escribió Chávez en Twitter, quien en su convalecencia de un cáncer no quiso quedar afuera de la euforia venezolana por igualar sin goles ante Brasil, uno de los favoritos.

El presidente electo peruano, Ollanta Humala, también quiso saludar a sus compatriotas por el empate conseguido frente a Uruguay. "Un fuerte abrazo a nuestra selección de fútbol. Fuerza muchachos, sí se puede", escribió también vía Twitter.

El boliviano Evo Morales fue directo, sin intermediación de redes sociales. El inesperado empate que consiguió Bolivia ante Argentina con su presidente presente en el estadio de la ciudad de La Plata tentó al mandatario a repetir la experiencia, pese a las fuertes críticas de la oposición.

Viajó con una delegación, invitó a la "diablada" y los músicos del tradicional carnaval de Oruro y alentó junto a los bolivianos que fueron mayoría en la norteña provincia de Jujuy. Pero la apuesta esta vez falló, Bolivia cayó por 2-0 ante Costa Rica y quedó demostrado que Morales no había sido el amuleto de la suerte en la inauguración del torneo.

La política argentina tampoco se muestra impasible ante la Copa América, aunque el certamen aún no haya conseguido levantar temperatura de fiesta deportiva entre los locales.

El jefe de Gabinete argentino y candidato a senador nacional kirchnerista, Aníbal Fernández, aseguró que hubiera hecho hasta "manifestaciones populares" para que Carlos Tevez fuera convocado a la selección dirigida por Sergio Batista. No en vano el "Apache" es considerado también como el "jugador del pueblo".

Pero tanto Fernández como el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, un estrecho aliado de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, sufrieron una provocación en la cara en plena inauguración del torneo sudamericano.

Con ambos presentes en el estadio Ciudad de La Plata, una de las tribunas se cubrió con una gigantesca bandera argentina que rezaba "Francisco de Narváez", el principal rival de Scioli en los próximos comicios  bonaerenses.

"A alguien se le escapó la tortuga" por permitir que un grupo de hinchas desplegara esa bandera, advirtió el jefe de Gabinete.

"Si la pusieron es porque alguien colaboró para que la pusieran", señaló Fernández, quien apuntó a supuestas relaciones de la candidata a vicegobernadora de De Narváez, Mónica López, con el jefe de una "barra brava".

El alto funcionario aprovechó además para volver a cuestionar las acusaciones de que desde el oficialismo se hubiera financiado a Hinchadas Unidas, una organización que reunía a distintas "barras", para asistir al Mundial del año pasado. Varios de sus integrantes fueron deportados de Sudáfrica. Y parte de estas "barras" fueron las que desplegaron en la inauguración la bandera del empresario y peronista disidente De Narváez.

La Copa América apenas comienza y todavía puede albergar más sorpresas, deportivas y políticas.