Economía de palabras. Humberto Vacaflor Ganam
Bolivia ha dejado de ser el último país como destino preferido por los empresarios petroleros del mundo: ahora es el antepenúltimo.
El último lugar es ahora disputado por Venezuela y Ecuador, que desplazaron a Bolivia de ese puesto en el curso del último año.
Según el Global Petroleum Survey 2011, del canadiense Frase Institute, que se basa en encuestas a empresarios de todo el mundo, Bolivia está en el puesto 134, Ecuador en el 135 y Venezuela en el 136, que es el último.
En el informe se lee que en Venezuela “nada es cierto en el día a día. Muy inestable y corrupto sistema político, legal y tributario”.
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Sobre Bolivia, el criterio es deprimente: “demasiados impuestos para tan pequeños campos petroleros”.
Y añade que en Bolivia hay “inestabilidad, política, fiscal y contractual; barreras para los mercados internos y externos”.
Es probable que en la primera parte de esta calificación influya el hecho de que la ley de hidrocarburos no termina de aprobarse en el parlamento, a pesar de que el trabajo comenzó en 2006. Lo mismo, como se sabe, pasa con la ley de inversiones y con la ley de minería.
Parece difícil que los esfuerzos que hace ahora el presidente de YPFB, Carlos Villegas, por atraer inversiones petroleras, tengan éxito si no se aprueba la ley.
El documento alude a la posibilidad de que en Argentina cambien las condiciones para el trabajo de las empresas petroleras cuando se produzcan las elecciones generales de octubre próximo.
Y dice que “es excelente el potencial de las reservas fundamentales” argentinas.
Sobre Brasil se lee que es un mercado atractivo por sus reservas de mar adentro. Es un país “relativamente estable e inexplorado”. También es “relativamente libre de crimen y corrupción (especialmente comparado con India, por ejemplo)”.
El informe pone en los tres primeros lugares como destino preferido de las inversiones en América latina a Chile, Colombia y Uruguay.
El consuelo para Bolivia es que el país no figura en las “historias de horror” del informe. Algo es algo.