Lionel Messi comenzaba a ‘agrandarse’, de a poco se iba soltando y empezaba a generar problemas en la zaga boliviana. Hasta que llegó el minuto 34 del primer período: Messi se agarró con Ronald Raldes después de que el capitán boliviano le quitara bien una pelota. El del Barcelona se puso nervioso y lanzó un manotazo, que el zaguero no aguantó. Quedaron cara a cara, se dijeron de todo y el 10 argentino, a quien su público ovacionaba, quedó claramente en desventaja ante el temple que puso el boliviano, jugador del Colón de Santa Fe del país vecino.
A partir de ahí fue un partido difícil para el considerado mejor jugador del mundo. Si bien comenzó siendo uno de los futbolistas más decisivos del ataque argentino, no logró desnivelar como para abrir espacios en la defensa boliviana; con los minutos entró en la desesperación y protagonizó aquella jugada caliente, que terminó sacándolo del partido, porque en la segunda mitad virtualmente no apareció.
Fuente: No Mentirás, PAT.
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