Leroy Luetscher de 86 años podaba tranquilamente las plantas del patio de su jardín, las tijeras con las que hacía el trabajo se le cayeron y al momento de recogerlas perdió el equilibrio y cayó sobre el instrumento.
Según BBC «uno de los mangos de la tijera entró debajo de su globo ocular derecho hasta su cuello, mientras el otro descansaba apoyado en su rostro»
«No había sentido tanto dolor en mi vida», indicó Luetscher agregó que minutos después del accidente cuando acudió a su esposa «no sabía si el ojo seguía en su puesto»
La cirujana Julie Wynne, uno de los tres especialistas que atendió el insólito caso aseguró que no podía creer lo que estaba viendo indicó que «la mitad de la tijera colgaba en su rostro, mientras que el otro mango estaba dentro de él»
Fuente: www.elespectador.com
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