El balance de poder


Agustín Saavedra Weise

a-saavedra31 El modelo de la balanza del poder forma parte —junto con la pirámide, la rueda, la trama, el reloj y otros— de los llamados modelos clásicos del pensamiento, esto es, figuras metafóricas que representaban determinadas circunstancias.

Al balance de poder se lo percibió mucho antes de ser sistematizado en los estudios modernos. Dicho balance nunca fue totalmente estable. Tal como una onza extra en uno de los platillos desequilibra a la balanza común, cualquier movimiento diplomático o militar podía alterar también el equilibrio en la vida de los pueblos. La eterna lucha por la hegemonía imponía realidades que continuamente alteraban la balanza. Al mismo tiempo, los interesados en mantenerla hacían todo lo posible por disminuir la pretensión dominante de turno para retornar al equilibrio. Ha sido así desde las más antiguas épocas. He aquí sólo algunos ejemplos: luchas entre Persia y Grecia, conquistas de Alejandro el Magno, el imperio romano, las Cruzadas, el auge musulmán y luego el turco, los mongoles de Gengis Khan, la creación de imperios europeos, las luchas napoleónicas, el poder naval británico, los intentos de dominio continental de Alemania en 1914 y 1939, ascenso y colapso de la Unión Soviética y del comunismo, agregando la Guerra Fría y el bipolarismo militar, más el dominio estadounidense y su actual crisis frente al ascenso de China e India, etc. Todos estos procesos entraron en declinación, sucumbieron ante alianzas que volvieron a retomar el concepto de balanza de poder a fin de evitar renovadas ambiciones hegemónicas o se encuentran actualmente en curso. La pretensión de dominio ha sido —y es— un corsi ricorsi a lo largo de los siglos. Simultáneamente, siempre se creó una contrapartida coalicionada para intentar reequilibrar la dura arena de la política mundial.



Henry Kissinger sostuvo que “el equilibrio de poder es el resultado de un proceso de frustrar el intento de un país determinado por gobernar y sobreponerse a los demás”. Para Raymond Aron: “La política del equilibrio se reduce a una maniobra para impedir a un Estado la acumulación de fuerzas superiores a las de sus rivales o aliados”. Finalmente, el geógrafo Nicholas Spykman expresó: “El equilibrio político no es un regalo de los dioses… Si desea sobrevivir el Estado, éste debe estar dispuesto a ir a la guerra para preservar el balance contra la hegemonía de poder del momento”.

La Prensa – La Paz

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas