El anuncio del Ministerio de Hidrocarburos y Energía de adelantar una hora el huso horario para ahorrar energía eléctrica desplazando la demanda de la hora pico y aprovechando la luz natural es calificada por el investigador y director del Laboratorio de Física de la Atmósfera de la Universidad Mayor de San Andrés, Francesco Zaratti, como “injustificada”.
De acuerdo con los cálculos efectuados y tomando en consideración que la hora pico en el uso de energía eléctrica va desde las 19.00 en adelante, implicaría un ahorro efectivo de entre 20 a 30 megavatios, que significa entre 2 a 3 por ciento del consumo total. “Eso no va eliminar ningún apagón”, afirma de manera lapidaria.
“No conozco ningún país en el mundo que esté en la franja tropical y que haya aplicado el cambio de hora en verano, porque la diferencia entre el día y la noche es muy pequeña. Lo más recomendable sería aplicar el horario continuo”, afirma.
Como consecuencia de una medida de ese tipo, el científico advierte que las entidades estatales ahorrarán en sus facturas por el consumo eléctrico, pero esa carga económica será traspasada al sector doméstico, porque las familias -al iniciar su vida cotidiana a horas más tempranas- se verán obligadas a usar más energía y por más horas.
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Además, Zaratti está firmemente convencido que las raíces estructurales de la actual crisis energética obligan al Gobierno a pensar en medidas de fondo como, por ejemplo, eliminar la subvención del gas a las termoeléctricas, impulsar la generación de energía a través de nuevas plantas hidroeléctricas y otras fuentes renovables.
El investigador tiene la certeza que la crisis eléctrica no llegó por error o porque se hubiera quemado el generador de la planta de Guaracachi –destinado al ciclo combinado y a la generación de 82 megavatios (MW) previsto para el 2009–, sino porque existen problemas estructurales en la política eléctrica del país.
“Estamos arrastrando el problema de años, donde se necesitan cambios radicales de políticas y cambios dolorosos a mi criterio. El problema estructural es que la única manera conveniente y económica de generar electricidad con las tarifas actuales es la termoeléctrica, porque el gas es subvencionado (a 1.30 dólares el millar de pie cúbico)”, afirma en una entrevista difundida por el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia.
Con este precio del gas, dice el investigador, se puede mantener las tarifas eléctricas en el Sistema Interconectado Nacional (SIN), pero las demás fuentes de electricidad, como la hidroeléctrica o la energía eólica y solar, no pueden competir porque económicamente no son rentables en Bolivia. El resultado es la falta de generación de suficiente oferta de energía, frente a una creciente demanda.
“A mi criterio, es un crimen estar quemando gas a 1,30 dólares, cuando se lo puede vender a Argentina en 8 dólares; el país está perdiendo. Si uno tuviera sólo el gas para producir, pero teniendo energía eólica, solar y sobre todo hidroeléctrica, no se justifica”, afirma.
Recomienda viabilizar desde el Estado, nuevas plantas hidroeléctricas, además de subvencionar la energía solar y eólica a través de incentivos como bonos, créditos y hasta donación internacional interesada en fomentar el reemplazo de la quema de combustibles fósiles por energías renovables. “El altiplano es un paraíso solar para la energía solar y no lo hemos aprovechado”, señala.
Zaratti también considera como un “gran error” la nacionalización de las generadoras eléctricas, porque –según su análisis-, estas garantizaban el suministro de energía eléctrica; aquellas que aún no fueron nacionalizadas ya no hicieron nuevas inversiones aparentemente porque también podrían ser nacionalizadas.
En ese marco, afirma que es una necesidad adecuar las tarifas de electricidad que fomenten, por un lado, al mayor consumo en hogares pobres y al buen uso en otros que “malgastan” la energía. La Paz / ANF. opinion.com.bo