Aparentemente abrumado por problemas económicos, un ciudadano alemán decidió liquidar a su familia y a sí mismo en un lujosa residencia de playa en el norte de República Dominicana.
La policía informó el miércoles que tres cadáveres fueron localizados en la víspera en una casa de un exclusivo complejo residencial de Sosúa, 250 kilómetros al norte de la capital, donde la pareja vivía desde hacía cerca de dos meses.
El médico forense Freddy Salazar identificó a los occisos como el alemán Roman Buchenauer, de 31 años, quien aparentemente se ahorcó con una soga después de asfixiar a su esposa, la venezolana Rosmery Rivas, de 29, y a la hija de ambos, Natalia, de 9.
Salazar estimó que Buchenauer murió el lunes y la mujer y la niña ese mismo día pero más temprano, según lo que apreció en el estado de descomposición de los cuerpos.
Buchenauer también envenenó a un perro y dos gatos cuyos restos colocó en una cama junto al cadáver de la niña, describió el forense.
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La fiscal Inocencia Familia indicó que las autoridades no hallaron en la casa signos de violencia y encontraron la factura fechada el sábado de una ferretería cercana que registró la compra de la soga con la que aparentemente se ahorcó el alemán.
La Policía informó que Buchenauer dejó una nota de nueve líneas en la que habla del amor por su esposa y su hija, así como de problemas financieros ocasionados de forma presunta por su abuelo. Detalló en la nota que dejaba algunas joyas para que «vendan y espero sirvan para enterrarnos», según la policía.
La embajada alemana en Santo Domingo informó que carecía de más información del caso; la venezolana no respondió las llamadas en busca de confirmación y comentarios sobre lo acontecido.
En Sosúa, una zona turística de playa en la costa norte dominicana, se concentra la comunidad alemana en el país.
Fuente: www.univision.com