Ismael Schabib Montero*
¿Quién le da forma a las cosas? ¿Dios, el destino?
Hace 20 años indígenas de las tierras bajas de Bolivia marcharon desde el Beni a La Paz para reclamar territorio y dignidad. La marcha no encontró obstáculos en el camino fabricados por el gobierno.
Uno de los resultados del reclamo es el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) y se dieron otras medidas a favor de los indígenas de todo el país.
Hoy marchan, nuevamente los indígenas de las tierras bajas de Bolivia desde el Beni a La Paz, reclamando respeto a las leyes y al TIPNIS. Lo que hasta ahora han recibido de parte de este gobierno es desprecio e insultos y se les impide continuar la marcha mediante el uso de la fuerza, privándolos de agua, alimentos y medicamentos.
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Hace 20 años gobernaba Bolivia un “despreciable presidente neoliberal”, el licenciado Jaime Paz Zamora, a nombre de una coalición compuesta por “detestables e insensibles” partidos tradicionales (ADN-MIR), que los fue a recibir a la entrada de la ciudad de La Paz, y el “parlamento corrupto”, compuesto también por otros despreciables “globalizadores y neoliberales” de otro “odioso” partido tradicional, el MNR, los recibió en el parlamento en una sesión especial, y sus demandas fueron atendidas.
Oficialismo y oposición los trató con aprecio y respeto. ¡Qué malazos políticos eran esos!
Hoy gobierna Bolivia un indígena “semidios”, “un ejemplo de presidente por sus virtudes”, un humilde indígena que viste una chompita azul a rayas, es más sabio que los que estudian en Harvard, porque nació sabiendo, no come pollo porque…postulante al Premio Nobel, que gobierna por encima de la ley a la que “le mete nomás”, porque la ley es él, dueño de los poderes Judicial, Electoral, Legislativo, de las FFAA y la Policía Nacional. Dueño de nuestra libertad y de nuestras vidas. ¡Qué buenazos son estos políticos del MAS nos están enseñando a gobernar en democracia!
A diferencia de hace 20 años, a la “distancia en tiempo” de dos décadas, cuando nadie les hizo problemas a los marchistas, hoy los para-militares narcocaleros del gobierno, disfrazados de humildes colonos, se han apostado en la localidad de Yucumo, reforzados por efectivos de la otrora Policía Boliviana, hoy policía masista, para evitar que continúe la marcha, arrebatándoles el derecho al libre tránsito, a una marcha compuesta por gente pacífica, provocándolos, quitándoles sus alimentos, medicamentos y agua, para que reaccionen, para que se generen muertos y heridos, para después acusarlos de genocidas, según la receta castro –chavista, que ya conocemos.
El líder de la marcha de los pueblos indígenas en 1990 fue el Sr. Marcial Fabricano, en esa ocasión no solo recibió afecto en La Paz, sino hasta admiración, lloró emocionado en el parlamento, el logro había traspasado sus expectativas, estaba muy feliz.
Marcial Fabricano, el líder de la marcha de 1990, fue brutalmente golpeado por gente de este gobierno hace poco más de un año, cuando visitaba el TIPNIS, en esa oportunidad Marcial Fabricano lloró de dolor y amargura.
¿Qué diferencia, no?
¿Por qué el gobierno de entonces no tuvo reparos en que lleguen los marchistas a la ciudad sede de gobierno?
¿Por qué el gobierno de ahora no lo permite?
¿Será que hay una fuerza superior que nos está mostrando la realidad en el mismo escenario, con mucha pedagogía, para que la comparemos, para que valoremos hoy lo que hemos perdido, para que nos terminemos de quitar la venda de los ojos, para que reaccionemos ante tanta maldad disfrazada de virtud?
Yo creo en Dios.
Juzgue usted.
*Vicealmirante de la República de Bolivia