Desde la detención en Panamá del director de inteligencia del Ministerio de Gobierno, general René Sanabria, y su posterior reclusión en Miami por cargos vinculados al narcotráfico, la administración de Evo Morales ha dado reiteradas señales de nerviosismo, que suelen acrecentarse cada vez que se aproxima la fecha -varias veces postergada- para la sentencia del ex funcionario evista.
La actitud del régimen cocalero ha oscilado entre un inverosímil intento de mostrarse como co-responsable del operativo de caída de Sanabria (desmentido por el hecho de que en el mismo cooperaron varias agencias antinarcóticos del continente, que se cuidaron de no adelantarle información a su par boliviana), hasta la descalificación preventiva de la DEA y el “imperialismo”, acusándolos de “tender trampas” a los supuestos luchadores progresistas.
La nota más agresiva del guión la puso, para variar, el ex ministro de la presidencia Juan Ramón Quintana, quien parece retener dentro del gobierno funciones mucho más amplias que las correspondientes a la dirección de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Fronteras (ADEMAF).
Según Quintana, Sanabria siempre habría sido un “agente de la DEA” y su función sería “narcocriminalizar” al régimen.
¡Poderosos tentáculos los de Sanabria, que le permitieron desviar el 95% de la producción de coca del Chapare al narcotráfico, implicar en el “negocio” al narco-amauta y a varios alcaldes del MAS, promover la invasión cocalera del TIPNIS, además de facilitar la entrada de las FARC y el Cártel de Sinaloa!
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Ahora, es el propio presidente Morales quien salta a la palestra para librar la “guerra preventiva” contra la DEA, preguntándose “qué estará negociando Sanabria para reducir su condena”.
Desconoce el mandatario los procedimientos de la fiscalía norteamericana o directamente pretende desinformar a la población, toda vez que lo habitual es que los implicados en un crimen negocien la rebaja de su condena revelando los nombres de sus cómplices.
Punto que es precisamente el que parece impedirle la conciliación del sueño al presidente de los sindicatos cocaleros y del Estado Plurinacional…