Nino Gandarilla G.
Te sorprenden sin comer, te asustan un montón de enmascarados y tu corazón late más rápido… te gasifican y te cuesta respirar… tu boca se abre para meter algo de oxigeno por exigencia de tus pulmones, mientras tu corazón late más fuerte- jadeas… De pronto un grupo de desconocidos te rodean, te tiran al piso y te bloquean la boca con cinta y te obligan a caminar, tu corazón late más rápido y tus pulmones necesitan oxígeno, pero sólo te quedan los orificios de la nariz para inhalar gas…tus ojos se brotan…. A esto agregale otra tortura simultánea: Te han amarrado las manos atrás y desde las muñecas te suspenden los brazos presionando sobre la base de tus articulaciones, el dolor es desesperante porque da la sensación que te vas a soltar… Si esto fuera poco, ¡agregale que era una mujer!
La Policía
Las policías, cuando actúan tratan de ser rápidos y eficaces; actúan con el respaldo de una Orden que generalmente tiene origen en un civil o un grupo de civiles. La Policía actúa así, porque están entrenados así y cuando entran en acción sólo los oficiales pueden discernir lo que ocurre en cada paso, pero el policía raso no tiene la experiencia para ello y está con la
adrenalina que produce su propio miedo a una reacción. Obviamente, también aparecen los sádicos que disfrutan del sufrimiento ajeno.
Todo esto debe considerar un gobernante antes de dar la Orden de que la Policía ingrese a un escenario. Lo que no se explica en el caso boliviano es por qué tanta violación y odio contra una marcha literalmente pacífica.
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Los responsables deben responder por sus decisiones.
Bakunin y el TIPNIS
“En la República, el llamado pueblo, el pueblo legal, a quien se supone representado en el Estado, sofoca y sofocará siempre al pueblo viviente y real. Pero el pueblo no estará más aligerado si el palo que le pega lleva el nombre de palo del pueblo (…) por consiguiente ningún Estado, por más democráticas que sean sus formas, incluso la república política más roja, popular solo en el sentido mentiroso conocido con el nombre de representación del pueblo no tendrá fuerza para dar al pueblo lo que desea, es decir, la organización libre de sus propios intereses de abajo hacia arriba, sin ninguna injerencia, tutela o violencia de arriba” (Bakunin 1814-1876).
Para la reflexión.