Sacha y los laboratorios


LLORENTI El cuestionado ministro de gobierno, Sacha Llorenti, inició una campaña de autodefensa preventiva poco antes de que se conozcan la sentencia y las confesiones del narco-general René Sanabria, quien fungía como jefe de inteligencia en su cartera.

Para Llorenti, la denuncia divulgada por la cadena Univisión sobre la presencia de los cárteles mexicanos de la droga en Bolivia es simplemente “una mentira fabricada por laboratorios mediáticos para estigmatizar al país”. O más precisamente, agregamos nosotros, al régimen cocalero de Evo Morales.

Entre las imperdibles declaraciones del ministro se dice sin vergüenza alguna que el gobierno “desbarató clanes importantes, el de los Navia y el de los Rosales, sin contar el importante caso del general Sanabria”.



¿Así que ahora la caída de Sanabria se produjo por la acción gubernamental, cuando se sabe que el operativo de detención involucró a varias agencias antinarcóticos del continente menos a la boliviana?

Al parecer, basta con que el ministro hable para que quede muy en claro quiénes son los auténticos fabricantes de mentiras.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

La salida “a la cancha” de Llorenti tiene una razón de peso. Y es que entre los trascendidos que se manejan sobre la información proporcionada por el narco-general a la fiscalía norteamericana estarían los nombres de 65 personas, entre ellos varios funcionarios de la administración evista. Huelga decir uno de los nombres evidentes que sería incluido en esa lista.

Sería interesante que, en lugar de ocupar su tiempo en visitar medios de comunicación estatales para abrir el paraguas antes de que llueva y atacar a imaginarios “laboratorios mediáticos”, el ministro se dedicara a promover operativos contra los cientos de laboratorios (estos sí muy reales) de fabricación de cocaína del Chapare y otras zonas del país.

Pero, por lo visto, se prefiere descalificar o amedrentar a la prensa que denuncia el preocupante agravamiento del narcotráfico, en vez de combatir a esa actividad delictiva.

Como bien dice Humberto Vacaflor: se maquilla al espejo…

[email protected]