La verdad es inevitable. Puede ocultarse por un tiempo pero, tarde o temprano, sale a la luz y derrumba las mentiras del poder.
Por más que el gobierno se empeñe en desviar la responsabilidad por la masacre de Yucumo a los efectivos policiales que ejecutaron órdenes, se van conociendo más detalles que confirman la instructiva del operativo desde el Órgano Ejecutivo.
Tanto una filmación del canal Unitel como el testimonio de varios policías revelan que el director de régimen interior del Ministerio de Gobierno, Boris Villegas, estuvo al frente de la maniobra de captura y traslado forzoso de los indígenas.
Las fuentes policiales incluso agregan que Villegas fue quien instruyó la compra de la cinta masking, utilizada para amordazar a las mujeres defensoras del TIPNIS.
Como se recordará, similar procedimiento (absolutamente reñido con todos los estándares internacionales de derechos humanos) había sido empleado durante el traslado a la sede de gobierno de los unionistas cruceños, Gueder y Mendoza, en una operación a la que al parecer también estuvo relacionado Villegas.
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El uso de esta cinta -conocido componente de los embalajes de cocaína- podría estar logrando que este oscuro personaje se gane el apodo de “Comandante Masking”…
Bono Masacre
Cuando apenas faltas diez días para las elecciones judiciales y en medio de una ola de indignación nacional por el atropello gubernamental a los marchistas indígenas, el Ministerio de Hacienda acaba de sacar de la galera un bono de 1.000 Bs. para los funcionarios públicos.
Sucede que el estado de cuasi rebelión ciudadana también ha prendido en la burocracia, como se ha podido comprobar en múltiples e-mails de protesta que salen desde dentro de las oficinas públicas.
Algo había que inventarse para tratar de evitar el desmarque de los funcionarios, y qué mejor que un oportuno pago extraordinario que haga olvidar a unos cuantos la barbarie de Yucumo.
Un Bono Masacre…