Definitivo: el “bloque histórico” que llevó a Evo Morales al poder está hecho trizas, fruto de la caída final de las máscaras de una camarilla política que gobierna en exclusivo interés de los cocaleros del Chapare.
Ahora es el líder de la Central Obrera Boliviana (COB), el antes obsecuente Pedro Montes, quien se lanza de lleno contra el modelo evista, convocando a los trabajadores a votar nulo en las elecciones judiciales del 16 de octubre.
“En el Poder Judicial las elecciones que se vayan a la mierda, porque eso no sirve (…) Nosotros decimos: para qué siquiera, carajo, vamos a meternos en ese Poder Judicial que es una cochinada y estamos viendo cómo se pelean y en eso hemos dicho claramente voto nulo”, dijo Montes.
Como se ve, los comicios del próximo domingo serán el momento de articulación de un nuevo bloque histórico, donde estarán desde los indígenas hasta los obreros, pasando por la clase media y los empresarios populares (transportistas, gremialistas, cooperativistas mineros). Un bloque nacional y democrático.
Del otro lado, en creciente aislamiento, la burocracia de gobierno (donde aparecen cada vez mayores fisuras y disidencias) y el “núcleo duro” del proyecto antidemocrático, los cocaleros del Trópico de Cochabamba, con sus tentáculos de la CSUTCB y la Federación “Bartolina Sisa”.
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