La marcha es recibida con aplausos; indígenas acampan en territorio bastión del MAS


Colonos afines a Evo deciden que indígenas pasen por Caranavi en la noche, no permitirán que ingresen al pueblo. La marcha indígena avanzará hacia La Paz aunque se dicte el auto de buen gobierno por las elecciones.

imageConflicto por Tipnis. Marchistas llegaron a la localidad de Entre Ríos, en los Yungas, ayer. Foto Efe Agencia

La marcha es recibida con aplausos

Los indígenas acampan en territorio considerado bastión del MAS.



DATO. La movilización avanzará hacia La Paz aunque se dicte el auto de buen gobierno por las elecciones.

Página Siete / Entre Ríos – 06/10/2011

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La marcha está en Entre Ríos. Llegó a esta comunidad después de un arduo recorrido de varias horas por un camino pedregoso con subidas y bajadas, pero la mañana sin sol favoreció a los marchistas.

Los niños de la comunidad salieron a recibirlos con aplausos. El dirigente Adolfo Chávez afirmó que ya no hay ninguna posibilidad de que la marcha se detenga antes de llegar a La Paz.

La idea de pasar por “52”, como llaman a esta comunidad por hallarse a 52 kilómetros de Caranavi, generaba temor entre los marchistas en días pasados.

Se dice que estos territorios son bastiones del MAS y del senador Fidel Surco, al igual que Inicua, donde tuvieron que soportar insultos y agravios por parte de los pobladores, pero la calidez con la que fueron recibidos en esta comunidad resultó ser un alivio y una feliz sorpresa.

La marcha partió de Sapecho a las seis de la mañana con vigor y fortaleza; los indígenas, a pesar de los golpes y vejámenes recibidos, se mantienen intactos.

Muchos van conversando amenamente, al menos durante los primeros kilómetros, antes de que caiga sobre ellos la fatiga. Muchos miembros de esta marcha no se han recuperado aún de la golpiza que les propinaron los policías el 25 de septiembre.

Algunos de ellos llevan consigo tambores y flautas, y la música acompaña sus pasos.

Cuando a causa del cansancio los músicos dejan de tocar los instrumentos por algún tiempo, se empiezan a escuchar gritos en la columna de marcha: “música, música pues!”, piden.

Los marchistas arribaron a “52” cerca del mediodía y la alegría fue grande cuando recibieron la bienvenida de los niños de la comunidad, que los aplaudían.

El campamento ya había sido instalado por un grupo de logística que se adelanta a los caminantes en vehículos para llevar sus carpas, bolsos y demás pertenencias. A pocos minutos de llegar la marcha, arribaron al sitio del campamento algunas autoridades del pueblo para reunirse con los dirigentes marchistas y hacerles saber que todo está dispuesto para que su gente halle comodidad y no les falte nada.

“Desde ayer teníamos la noticia de que los hermanos van a llegar y ya hemos alistado el campamento y también un ambiente grande que está techado. Si quieren ir al baño, ellos pueden entrar a nuestras casas y tenemos además un baño público. También hemos alistado un ambiente para que se instalen los médicos. No entendemos de política, no nos interesa la izquierda ni la derecha, sino colaborar en algo. Lo más importante es que ellos lleguen a La Paz y dialoguen con el Gobierno. Esto de una vez se tiene que solucionar para que nuestro país pueda avanzar” dijo Jorge Mansilla Valderrama, representante de “52”. “Esta noche queremos compartir alguna experiencia, podemos jugar un partido de futsal o alguna otra cosa para que también ellos se diviertan un poco”, sugirió.

El sitio del campamento es un lugar casi paradisíaco, a orillas de un río, los indígenas pueden bañarse, lavar ropa y colgarla en los árboles, pese al mal tiempo.

Pero no todo es alegría. En medio de las coloridas banderas con la imagen de la flor de patujú y las banderas de Bolivia que lleva la marcha, se distingue una bandera negra. La porta Javier Cuéllar, chiquitano. Lleva la bandera en señal de luto: “Es por las personas que murieron, entre las cuales se encuentra Eddie Martínez, de San Matías, dirigente nuestro que cayó en el avión cuando estaba viniendo a la marcha”, afirma.

Se dice que la marcha ya no se detendrá hasta llegar a La Paz. ¿Hay alguna posibilidad de que se llegue a una solución con el Gobierno y que la marcha se interrumpa?, se le preguntó al dirigente Adolfo Chávez.

“No hay ninguna posibilidad, lo que se va a hacer es afinar el proyecto de ley corta en La Paz para cuando lleguemos allá”, dijo y no descartó que la marcha llegue a La Paz en medio del auto de buen gobierno por las elecciones judiciales.

“Para nosotros el auto de buen gobierno no está en discusión, porque estamos enfocados en los 16 puntos de la marcha. Lo que yo he venido escuchando de algunos hermanos es que si la columna de marcha decide avanzar, será voluntad de todos los hermanos y nosotros como dirigentes obedeceremos. Ahora, si hay auto de buen gobierno, será la segunda pateadura que nos tiene que dar la Policía porque nosotros seguiremos adelante”.

Después de tanto esfuerzo y desgaste, de soportar altas temperaturas y torrenciales lluvias, la salud de los indígenas también se ha tornado lábil. Los médicos que están en la marcha atienden diferentes problemas de salud, como disentería y deshidratación.

Colonos deciden que indígenas pasen por Caranavi en la noche

Conflicto por el TIPNIS. Un ampliado decidió que no permitirán que los marchistas ingresen al pueblo. Denuncian que la movilización tiene fines políticos y amenazan con agresiones.

La Razón – Micaela Villa – La Paz

A dos días del arribo de la marcha indígena a Caranavi (La Paz), los colonos anunciaron que los marchistas deben pasar el poblado por la noche, porque de lo contrario se exponen a agresiones. Los indígenas respondieron que visitarán y pasarán por el pueblo.

image Descanso. De una olla común distribuyen alimentos a los indígenas que acamparon en Kilómetro 52.

La decisión fue tomada en el ampliado de la Federación Agraria Provincial de Colonizadores de Caranavi (Fapcca). “Que pasen de noche, no de día, porque no queremos que nos manchen nuestra imagen; somos la comunidad más poblada”, afirmó el dirigente del sector Richer Quispe.

La marcha indígena, en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) y en contra de la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, acampó ayer en el poblado Kilómetro 52, a 50 kilómetros de Caranavi; distancia que será recorrida en dos días.

Después de pasar Yucumo (Beni), donde también sortearon un bloqueo colono tras la intervención policial del domingo 25, avanzaron sin problemas, con excepción de algunos incidentes. Ahora están en puertas de una población en la que los colonizadores cuestionan la movilización.

Zenón Condori, presidente provincial del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Caranavi, denunció que la marcha tiene fines políticos. “Algunos compañeros quieren detener a esos traidores que se han aprovechado de la situación, y pueden darles “wasca” (castigo en aymara), por hacer quedar mal al presidente Evo Morales. Que se cuiden, no quisiéramos que pasen de frente, puede haber agresiones”, advirtió.

Quispe aseguró que no existe razón para que la movilización pase por el poblado, porque no hay condiciones ni para atender sus problemas de salud.

“Nosotros apenas estamos rescatando el hospital; tiene muchas deudas que hay que pagar. En tema salud que no nos vengan a decir todo gratuito (para los indígenas), ni siquiera nuestra población se beneficia con el hospital, por eso no vamos a dejar (que lo usen)", afirmó, según ANF.

El dirigente indígena Adolfo Chávez respondió que visitarán y pasarán por Caranavi porque fueron invitados por vecinos de la zona. “Los colonos no son dueños del poblado”, afirmó.

Chávez recordó que solicitaron al Defensor del Pueblo y a la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia garantías de libre tránsito. También requirieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitir una medida precautoria para que la marcha pueda llegar a La Paz.

Condori afirmó que la marcha “está contaminada” por la presencia del exviceministro del Gobierno, Alejandro Almaraz, y del exsenador masista Lino Villca. Chávez respondió que la participación en la movilización está abierta a todos.

Quispe aseguró que los indígenas bloquean el diálogo que pide el Gobierno. "Que pasen por la carretera, pero que no ingresen a Caranavi”, dijo el dirigente del sector vinculado al MAS. El dirigente indígena Rafael Quispe se declaró perseguido político y anunció que presentará una demanda ante la CIDH.

Protestas frente a la Casa Blanca

En Washington (EEUU), un grupo de  16 residentes bolivianos protestó frente a la Casa Blanca pidiendo en carteles “la invasión de Bolivia”. La movilización fue a favor de los indígenas y en contra de  la construcción de la  carretera de Villa Tunari y San Ignacio de Moxos.

El periodista Juan Carlos Zambrana describió lo sucedido en una nota redactada en Washington. La protesta también era contra el gobierno de Evo Morales y “pedían la invasión a Bolivia con carteles y fotos que decían ‘Mubarak, Gadafi y el siguiente es Morales”.

Zambrana aseguró que existe desinformación, puesto que el fin de semana hubo varias convocatorias, por internet, para que los residentes bolivianos salgan a las calles, y la más curiosa de ellas era no sólo el salir a protestar, sino también a guardar un minuto de silencio por los “muertos” y “desaparecidos” entre los indígenas a causa de la represión del gobierno del presidente Evo Morales a la marcha.

Dicha manifestación culminó “con una escena del entierro del TIPNIS, o de los muertos del TIPNIS, la mismísima muerte, vestida de verde y blanco con un letrero que decía Evo asesino”.

Para el periodista, la problemática del TIPNIS parecía ser ignorada por los manifestantes,  ya que estaban más concentrados en insultar al presidente Morales de “narcotraficante” por querer construir lo que llamaron “la carretera de la cocaína”.

Para próximos días esperan dos nacimientos

Julia Molina, de 28 años, podría dar a luz a su primer hijo paceño a mediados de este mes. Tiene ocho meses y medio de embarazo, es originaria de Magdalena, en el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS).

Molina tiene siete hijos, y como ella hay otras nueve mujeres esperando familia en la marcha. Es el caso de Marcela, quien  también dará a luz en próximos días a su tercer hijo.

“Apenas nazca, pensaremos en el nombre, aún no lo tenemos. Sólo sé que, a diferencia de mis otros hijos, éste va a ser paceño”, comenta Marcela, quien acampa junto a sus compañeros en la población de Kilómetro 52.

Julio Queta, secretario de Salud de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), informó que 10 mujeres están embarazadas de tres y más de ocho meses. La médica Mayra Pacheco, de la CIDOB, recordó que Molina  tuvo contracciones  hace algunos días, pero pudo recuperarse y que se espera el nacimiento del primer niño en la marcha.

“Sí, se va a dar en nuestro campamento un parto en las próximas semanas. Nosotros tenemos lo que se necesita, el estado de salud de las mujeres es estable, se les está haciendo un control riguroso”, explicó Pacheco.

Rejina Yujra, de 28 años, también dará a luz en los próximos días. “Queremos defender nuestros derechos, por eso estamos aquí, mi esposo está caminando”, afirmó Yujra, quien algunos kilómetros lo recorre en vehículo.

La madre más joven es Ana María Yujunosa, con 19 años. Su segundo hijo nacerá en dos meses. Es de la comunidad San Samoncitos del TIPNIS; confiesa que es la primera vez que llegará y conocerá La Paz.