Brasil saludó el "gesto conciliatorio" entre el Gobierno y los indígenas de Bolivia para resolver el conflicto que desató la construcción de una carretera en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), luego de una prolongada protesta de una fracción de las comunidades que habitan esa región.
La construcción de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos, a cargo de la empresa brasileña OAS, avanza en los tramos I y III. Foto archivo Opinión.
El embajador brasileño en Bolivia, Marcel Biato, saludó la decisión del presidente Evo Morales de anular la construcción del segundo tramo de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos y calificó esa medida como un "gesto conciliatorio", según consigna la agencia de noticias ANSA.
Los tramos I y III de esa carretera de 306 km, que unirá los departamentos de Cochabamba y Beni, ya tienen licencia ambiental y su construcción está a cargo de la empresa brasileña OAS.
EL diplomático del gobierno brasileño, que concedió un crédito por 332 millones de dólares para la ejecución de ese proyecto vial, señaló que la decisión de cooperar con Bolivia en la construcción de la carretera se basa "en el entendimiento de que se trata de un proyecto de gran importancia para la integración nacional de Bolivia".
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En ese marco, Biato señaló que su país espera un proyecto alternativo por parte de Bolivia, la realización de ese proyecto, luego de que el mandatario boliviano anuló la construcción del tramo II de esa carretera por el TIPNIS, a raíz de las protestas de comunidades indígenas.
"Desde el punto de vista del gobierno brasileño, es de nuestro interés que se encuentre una alternativa que acomode intereses políticos, desarrollistas y ambientales", señaló.
La decisión de suspender la construcción del tramo II de la carretera Villa Tunari San Ignacio de Moxos implicaría elaborar un nuevo proyecto, incluso la modificación del financiamiento del Banco de Desarrollo Económico de Brasil (BNDES).
Sao Paulo, ABI agencia.