Guillermo Capobianco Ribera
Tuvieron que transcurrir 450 años de coloniaje, República soberana y seis años de estado plurinacional, para comprender lo que quiso decir Dios a través de la naturaleza savia y perfecta, con eso de “El Dorado”
“El Dorado” de los tiempos que corren es la concentración descomunal de riquezas en un territorio inescrutable relativamente pequeño en donde comienzan y terminan los sistemas orográficos del Continente.
“El Dorado” es la Bolivia amazónica, Andina y Rioplatense.
Es la Bolivia de todos; corazón y Heartland multimillonario del Continente Sudamericano
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Ese había sido “El Dorado” que no vieron los conquistadores coloniales en su angurria de metales preciosos; no la vieron tampoco las oligarquías dominantes de la era republicana pero que al parecer el MAS y el Gobierno Plurinacional sí lo han visto y “descubierto”.
El litio en primer lugar; la reserva impresionante del metal estratégico en Uyuni, maravilla de la naturaleza que contemplan con asombro los navegantes del espacio; hoy en la mira angurrienta y codiciosa de los centros del poder mundial.
El Gobierno del Estado Plurinacional coquetea al mejor postor con transnacionales estadounidenses, chinas y asiáticas.
El uranio; material estratégico de la industria de las armas de la muerte y componente esencial para un desarrollo pacífico de la energía nuclear, manzana de discordia actual entre bloques mundiales de poder,
El Gobierno del Estado Plurinacional impulsa sobre este tema una política aparentemente ambigua pero abiertamente alineada al eje Teherán-Caracas.
El hierro y el manganeso dos componentes esenciales para el desarrollo industrial y la alta tecnología de metales en la industria estratégica aeroespacial.
El Gobierno del Estado Plurinacional sostiene una política “hipócrita” para favorecer intereses estratégicos de China y de la India.
La conciencia colectiva intuye que el desarrollo industrial de la frontera con Brasil en donde están depositadas estas riquezas, está estancado debido al odio irracional del Presidente y su iluminado licenciado hacia Santa Cruz de la Sierra y el Oriente Boliviano.
Impulsar estos emprendimientos seria como impulsar sin querer, un modelo de desarrollo nacional productivo y autonómico exitoso, en una región y Departamento al que se pretende destruir desde sus cimientos sin contar con argumentos de peso ni con la fuerza necesaria para hacerlo.
Entretanto se está gestando un sentimiento nacional que intuye la pretendida destrucción del país por parte de un gobierno tal vez el más antinacional que la historia haya conocido hasta ahora.
Frente a ese potencial peligro de destrucción sistemática, sólo un país sólidamente unido con un Gobierno verdaderamente nacional y el amor incondicional a la patria inmortal, se podrá tal vez, sobrevivir históricamente, ante tanta ambición y tanta riqueza indefensa.