El protagonista de «Leyendas de pasión» y «El curioso caso de Benjamin Button», también uno de los rostros más cotizados del mundo del espectáculo, ha confesado sus intenciones de dejar la actuación al cumplir los 50 años a la periodista Tara Brown, quien recibió tan sorprendente anuncio durante una entrevista promocional de su filme «Moneyball».
«Estoy disfrutando mucho el lado de la producción y el desarrollo de las historias, colocando piezas. Poner sobre la mesa historias que de otra manera lo tendrían muy difícil», ha explicado en la entrevista el dos veces nominado al Óscar como actor, pero también productor de películas como «El árbol de la vida», de Terrence Malick, ganadora de la Palma de Oro en Cannes.
Con seis producciones previstas hasta 2014, entre ellas «Guerra Mundial Z», de Marc Forster, y la nueva cinta de Malick, «Voyage of Time», Pitt deja abierto su futuro, puesto que, al preguntarle qué hará al pasar a la segunda mitad de siglo de su vida, ha contestado: «Al diablo si lo sé, al diablo si lo sé».
Sobreexposición en los medios
Aunque no ha esbozado razones claras en la entrevista -en la que ha aparecido con melena y gafas ahumadas y en la que no ha dado respuestas demasiado prolijas-, sí ha reconocido que la sobreexposición mediática se ha convertido en algo incómodo, especialmente desde que ha formado pareja y familia de seis hijos con Angelina Jolie.
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«No creo que el mundo esté tan interesado en mi vida. Creo que mi vida hace que algunas publicaciones vendan más, así que creo que hay un negocio alrededor de ello», ha asegurado.Y, pese a su profesionalidad al respecto, cuando empieza a afectar a sus hijos, su instinto de defensa de la camada reacciona.
«Su idea de la vida -ha dicho, refiriéndose a sus hijos- es que, cuando atraviesan la puerta, porque tenemos que vivir detrás de una puerta, hay siempre gente de pie en fila con sus cámaras, tratando de sacarles una foto. Su idea es que todo el mundo tiene que lidiar con eso».
Pero su aspiración tras esta importante decisión en su carrera no es convertirse en un hombre feliz. «Pienso que la felicidad está sobrevalorada, de verdad lo pienso. Creo que a veces eres feliz y a veces no. Es demasiada presión estar feliz, no sé. Realmente me da igual. Sé que lo seré algunos momentos y en otros no. Satisfecho, en paz. Esas serían metas más para mí», ha concluído.
Fuente: www.larazon.es