El presidente yemenita Ali Abdullah Saleh, aceptó hoy formalmente renunciar tras 33 años en el poder y nueve meses de revuelta opositora, con lo que se convirtió en un nuevo gobernante que cae producto de la ola de protestas conocida como «primavera árabe». En presencia del rey Abdullah de Arabia Saudita, Saleh firmó hoy en Riad un acuerdo de transición que contempla su renuncia, la cesión del poder en el plazo de un mes a su vicepresidente, Abed Rabbo Mansur Hadi, y la celebración de elecciones presidenciales dentro de los siguientes 90 días. Vestido con traje oscuro, corbata a rayas y pañuelo, el saliente mandatario yemení llegó por la mañana a la capital saudita, Riad, para firmar el acuerdo con la oposición, que fue oficialmente impulsado por otros países árabes del Golfo Pérsico y respaldado por Estados Unidos. Ya sentado junto al rey saudita, Saleh sonrió al firmar el acuerdo y luego aplaudió con sus manos unas pocas veces. El mandatario lamentó las consecuencias de la revuelta en su contra, que comenzó en febrero pasado y rayó varias veces con la guerra civil, incluyendo combates entre el Ejército y la mayor confederación de tribus que dejaron cientos de muertos tan sólo en Sanaá, la capital del país del sur de la Península Arábiga
Fuente: CNN
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