El prestigioso economista Mario Monti, a quien el presidente Giorgio Napolitano le encargó formar gobierno el nuevo gobierno para sacar a Italia de la crisis, es hijo de un argentino.
El vínculo de Monti con la Argentina se remonta a su padre, quien nació en el país a principios del siglo pasado, cuando los abuelos del ahora líder de Italia viveron en estas tierras.
Aunque la relación con el país de sus antecesores no es íntima, mantiene una lejana relación con la Argentina, la cual puede verse reflejada en el viejo mapa del Río de la Plata que cuelga en las paredes de su despacho, según contó la corresponsal de La Nación, Elisabetta Piqué, en una entrevista que mantuvo con este medio el año último.
Conocido como un hombre serio, reservado y muy discreto, Monti, nacido en 1943 en Varese (norte de Italia), se ganó el apodo de «Supermario» por la independencia y firmeza que mostró durante su etapa como comisario de la Unión Europea entre 1994 y 2004. Al frente del área de Competencia desde 1999, se enfrentó a los monopolios al haber impedido la unión entre colosos, como General Electric y Honeywell o Schneider y Legrand.
También desafío al multimillonario Bill Gates en 2001 al imponer a Microsoft una multa de 497 millones de euros, que obligó al grupo a facilitar la compatibilidad de sus productos. La sentencia marcó un hito en el mundo de la tecnología.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Monti, que tiene la difícil tarea de enderezar la economía italiana, al borde del abismo, deberá tomar medidas radicales, con ajustes presupuestarios que obligarán a los ciudadanos a asumir sacrificios.
Para la prensa italiana, el nuevo premier es «impermeable a las presiones». En 2000 la influyente revista The Economist lo presentó como uno de los burócratas más poderosos de Europa y lo describió como un «adepto» a la persuasión y al diálogo.
Fuente: www.lanacion.com.ar