Tras la firma del Acuerdo entre Bolivia y EEUU, en el que se incorpora nuevamente la lucha conjunta contra el narcotráfico, el representante de la ONUDC en Bolivia habló del problema del narcotráfico.
De izquierda a derecha: César Guedes, de la ONUDC; Cándido Tancara, jefe de redacción; y Javier Viscarra, editor de opinión. Fotos: Luis Salazar / Página Siete
Página Siete / La Paz
“Bolivia es el mayor abastecedor de cocaína al mercado sudamericano”
DROGAS. Sudamérica se ha convertido en el nuevo mercado emergente del consumo de cocaína, al absorber el 20% de toda la producción mundial de la droga.
Tras la firma del Acuerdo Marco entre Bolivia y Estados Unidos, en el que se incorpora nuevamente la lucha conjunta contra el narcotráfico, Página Siete conversó con César Guedes, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, ONUDC.
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Página Siete.- El informe de NNUU habla de que hay una extensión de 31.000 hectáreas en el país, mientras la erradicación fluctúa entre ocho y 10.000 hectáreas anuales, ¿cómo se explica esta dinámica?
La siembra y resiembra de la coca es dinámica. Mientras el Gobierno erradica en un lado, los cocaleros plantan en otro lado, y luego en algún tiempo vuelven al sitio erradicado. Pero si no hubiera erradicación hoy podríamos tener más de 40.000 hectareas.
Sin embargo, no es un tema sencillo de sumas y restas. Se debe hacer racionalización (erradicación), pero al mismo tiempo vigilar que no haya resiembra, que es difícil, pero no imposible.
En Perú se hacen grandes erradicaciones y aun así sus cultivos suben en 2 y 3%. En Colombia, tras largos años de erradicación no se bajaba la extensión; hasta hace unos dos años, producto de la erradicación y la vigilancia de la resiembra, hoy se tienen fuertes disminuciones de 15 a 17% anuales.
Página Siete.- ¿Cuál es la mejor receta para contrarrestar esta perversa dinámica?
Lo primero que debe hacerse es mantener un clima pacífico e incrementar los esquemas de control social para evitar la resiembra. Y por supuesto las campañas de erradicación con las fuerzas del orden, en alianza con otros países pues nadie puede enfrentar esto solo.
Todos los países del área andina son participantes menores frente al narcotráfico. Nosotros hemos hecho un estudio y el negocio global de la cocaína son 85.000 millones de dólares al año, es decir, unas cuatro veces más que el PIB de Bolivia.
Página Siete.- ¿Cree usted que Brasil está en condiciones de reemplazar a la DEA, desde el punto de vista de recursos técnicos?
Si bien Brasil antes no prestaba mucha atención en su esquema geopolítico a los países andinos, hoy es diferente, tanto por buenas razones como las comerciales, como por los problemas como el narcotráfico y el crimen transnacional. Brasil es uno de los países más afectados por el narcotráfico y, particularmente, sabe que su frontera con Bolivia, de 3.400 kilómetros, es muy vulnerable y donde se produce un fuerte intercambio de ilícitos.
Brasil es un país pacífico y líder en la región, con un enfoque de igual a igual en su trato. Ahora bien, Brasil no tiene todas las capacidades técnicas de la DEA pero tiene muchas otras que serán de interés para paliar el problema entre los dos países.
La DEA ha trabajado en países que están muy lejos de las fronteras norteamericanas, como en Asia Central o Sudamérica, entre otros. Brasil, en cambio, tiene el problema al lado, entonces tienen que asumir el problema con los recursos que tiene. Por ello, en los últimos acuerdos antidrogas ha ofrecido los aviones no tripulados, servicios de inteligencia y coordinación de las autoridades de lucha antidrogas, para su propio beneficio.
Página Siete.- Hay la percepción de que Brasil busca más cuidar sus fronteras que cooperar en la lucha interna de Bolivia contra las drogas ilícitas. ¿Esto es así?
Brasil evita las intervenciones en otros países y tiene la credibilidad de la región. Y por ello no hará acciones directas sin el consenso del Gobierno boliviano y el tema de la coca es un tema sensible.
Ahora, en ese contexto, Brasil primero va a proteger sus fronteras. Y aquí hay razones más que suficientes como los eventos mundiales; el campeonato mundial de fútbol y las olimpiadas. Para ello se necesitan ciudades seguras, estabilidades y buena imagen, para lo cual están comenzando desde ahora.
Ahora el origen del problema (drogas) está en Bolivia con los cultivos excedentarios y si Bolivia quiere ayuda en esta área debe ser mucho más amplio en su relación con Brasil, si quiere llegar a este nivel. Esto porque es un problema para Bolivia, pero también lo es más para Brasil.
Página Siete.- Bolivia era considerado un país productor, ¿cuál es la percepción ahora de la ONUDC, porque el tránsito parece que se ha incrementado?
Los países de tránsito son los que más sufren porque se encuentran bajo la presión de productores y consumidores. Están pagando con la propia sangre de sus pueblos y la inestabilidad de sus gobiernos, además de la enorme inversión en temas de seguridad. Entre estos países están Guatemala, Honduras, El Salvador, entre otros. Otro es México cuyas estructuras institucionales tambalean como efecto del narcotráfico.
En Bolivia no hay antecedentes violentos. Bolivia fue simplemente productor de hoja de coca, después se convirtió en productor de pasta base y más recientemente cocaína. Es decir, siempre productor y “exportador” de las sustancias ilícitas.
En los años recientes varios países sudamericanos se han convertido en el mercado consumidor emergente de drogas más importantes del mundo. Éstos son Brasil, Argentina y Chile. Así, la droga que puede venir de Colombia o Perú, con intención de capturar estos mercados, pasa por Bolivia.
Antes, la droga que transitaba por Bolivia tenía destino Europa, pero en el último tiempo, su destino son estos nuevos países consumidores, que ahora son clientes potenciales.
Página Siete.- ¿Qué cantidad de droga pasa por Bolivia?
Veamos algunos datos. El mayor nivel de incautaciones en el mundo de cocaína se hace en Sudamérica y llega a un 80% del total. Se calcula que hay unas mil toneladas de cocaína al año (dato 2009), de las que se secuestran unas 600 toneladas quedando unas 400 para el consumo, con un valor aproximado a los 85.000 millones de dólares.
De estas 400 toneladas, un 36% es para el mercado norteamericano, que en los años 80 consumía un 90% y ha bajado notablemente con la reducción del consumo e interdicción.
En los últimos años el consumo ha crecido en Europa que ahora consume un 30% de esa droga y ahora Sudamérica con un 20%.
Página Siete.- El Gobierno dice que un 50% de la droga que transita por Bolivia es peruana, ¿tienen ustedes ese dato?
Es una información del Gobierno. Nosotros no tenemos esos datos.
Bolivia es ahora un país de tránsito. Bolivia es la cabeza de playa para la droga de Colombia y Perú que va hacia el mercado sudamericano emergente. El esquema señala que la mayor parte de la droga colombiana va a Estados Unidos, un 20% es para Europa y otros. De Perú, la mitad va al mercado estadounidense y la otra mitad a Europa y Sudamérica.
Sobre la droga Boliviana, se sabe que apenas el 1% de la droga que sale del país va al mercado estadounidense. Bolivia es el neto abastecedor del mercado sudamericano y otra parte va a Europa. Ahora, sobre el consumo, aunque tenemos datos parciales, en general el consumo es menor que los otros países sudamericanos. Además, los mercados locales no son de interés del narcotráfico, que prefiere “exportar”.
Pagina Siete.- ¿Como observa la ONUDC que en el tema interdicción en Bolivia se vea en algunas poblaciones comportamientos colectivos de protección a las actividades ilícitas del narcotráfico?
Nosotros también lo hemos vivido. Cuando hacemos el trabajo para nuestro reporte anual de monitoreo de cultivos y tras las imágenes satelitales hacemos sobrevuelos en zonas que no son muy claras y si esto no es suficiente vamos al trabajo de campo. Allí, en algunas poblaciones nuestros técnicos que van con otros técnicos del Gobierno, han sentido la amenaza y antes no había eso.
Nos preocupa porque ésta es una prueba clara de que el narcotráfico está comprando las voluntades de poblaciones grandes, está cercando su área de “trabajo” para tener una mayor protección.
NdE: El director de Página Siete, Raúl Peñaranda, no asistió a esta entrevista porque se encuentra en una visita de dos semanas a Israel.
“El narcotráfico en Bolivia está comprando las voluntades de poblaciones enteras y esta situación nos preocupa”.
“El consumo de cocaína ha crecido en Europa al 30%, mientras EEUU bajó del 90 al 36% y sudamérica aparece con 20%”.
“La dinámica del cultivo de coca muestra que mientras se erradica en un lado, se planta en otro”.
“Sería bueno que se vean las nuevas propuestas que pudiera tener la DEA”
El representante de la ONUDC, César Guedes, se mostró respetuoso a la hora de comentar sobre la vetada presencia de la DEA en Bolivia y lo mencionó como un tema de decisión bilateral entre Bolivia y EEUU.
Sin embargo, al ser preguntado qué opinaba sobre un hipotético retorno de esa organización antidrogas de EEUU, en el marco del nuevo convenio bilateral manifestó: “Éste es un tema muy sensible y NNUU no puede recomendar que una institución venga o no a un país. Nosotros reconocemos las grandes capacidades que tiene la DEA y trabajamos en esquemas de cooperación con ellos en muchos lugares del mundo. La DEA tiene una gran capacidad técnica y logística para el combate al narcotráfico, pero ésa (el retorno) es una decisión soberana del Gobierno de Bolivia.
Ahora, sería bueno que se vean las nuevas propuestas que pudiera tener la DEA para trabajar en una nueva Bolivia, en un Estado plurinacional, y si esas propuestas se acercan a los intereses que tiene Bolivia”.
Guedes se animó a mencionar que nunca es bueno decir no. “Siempre es conveniente ver qué es lo que se ofrece para, sobre esa base, decir un sí o un no. Y creo que en esta nueva etapa de relaciones hay que mirar hacia adelante”.
“La ONUDC ve el Acuerdo Marco Bolivia-EEUU como algo muy positivo, porque el combate a las drogas no se puede hacer en forma solitaria y Estados Unidos tiene una enorme experiencia y recursos en este campo”, sostuvo
Finalmente, ante la consulta sobre la prolongada guerra a las drogas y la necesidad de explorar otras vías ante los reiterados fracasos, sostuvo: “No hay que ser fatalista ante esto. La guerra más cruenta, por ejemplo, es la que enfrento a China con el opio y la ganó. Es cuestión de voluntades y acciones concretas. Otra buena experiencia está en el sudeste asiático donde Tailandia, Laos y Camboya eran productores de heroína y ahora ya no lo son.
La guerra contra las drogas requiere de una coordinación general y NNUU coopera con toda la estrategia que emana de los grandes acuerdos internacionales y las convenciones. Y esta guerra no ha fracasado, está llena de muchas batallas que se ganan y se pierden. La guerra hay que ganarla”, concluyó.
HOJA DE VIDA
Datos César Guedes, de nacionalidad peruana, trabaja hace 18 años en NNUU.
Estudios Profesional en ciencias administrativas, con maestría en relaciones internacionales en Holanda y liderazgo en Jordania.
Antecedente Antes de su arribo a Bolivia se desempeñó como director para América Latina y el Caribe de la ONUDC.
En los últimos años Sudamérica se hizo el gran consumidor de cocaína, en especial Brasil, Argentina y Chile.
La ONUDC ve el acuerdo Bolivia EEUU como muy positivo y con repercusión regional e internacional.
En esta nueva etapa de relaciones entre Bolivia y Estados Unidos, hay que mirar hacia adelante.