Mientras los madereros se van, unos indígenas quieren carretera y otros la rechazan. A más de un mes de la llegada a La Paz de la VIII Marcha Indígena, que peleó para que la ruta no ingrese por el corazón del parque, esa unidad indígena sufre grietas.
SANTO DOMINGO. Aquí Suri dejó deudas y madera. Ahí apoyan la carretera. | Fuente: Foto: Ángel Illanes
“Mi carretera es el río Sécure, no necesito más”, sostiene Juan Flores, oriundo de Oromomo, en el Sécure Alto. Kilómetros más abajo, en Santo Domingo, Juan Arandia cree que la ruta Villa Tunari-San Ignacio de Moxos solucionará sus problemas.
“Queremos sacar nuestros productos, porque aquí tenemos todo”, asegura el segundo en el patio de su casa rodeada de árboles frutales.
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Las visiones de Flores y Arandia reflejan quizás, sin que la carretera se haya construido aún, cómo se percibe en el momento esta problemática dentro del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), según pudo constatar La Razón en una visita a esa región beniana hace dos semanas.
A más de un mes de la llegada a La Paz de la VIII Marcha Indígena, que peleó para que la ruta no ingrese por el corazón del parque, esa unidad indígena sufre grietas. “No es tanto una división, lo que quieren es que haya un enfrentamiento entre indígenas del TIPNIS. Ése es un movimiento liderado por las autoridades políticas de San Ignacio de Moxos”, apunta Fernando Vargas, de la Subcentral del TIPNIS.
El 25 de octubre, el presidente Evo Morales sancionó la ley que veta la construcción de la carretera por ese territorio, en medio de una polémica sobre el alcance de la declaratoria de intangibilidad del parque. Sin embargo, luego reivindicó la necesidad de esa vía y demandó apoyo a las organizaciones sociales. En este momento, se alistan dos marchas de respaldo: una en San Ignacio y otra en Cochabamba.
En tanto, el presidente de la Cámara de Senadores, René Martínez, del Movimiento Al Socialismo (MAS), abre la posibilidad de cambiar la norma del 25 de octubre, siempre que haya consenso de los interesados en que la vía pase por el parque. En una entrevista con el suplemento Animal Político, el 13 de noviembre, el ministro de la Presidencia, Carlos Romero, consideró que la ley no había cerrado el debate sobre el TIPNIS.
CAMPAÑA. A ocho horas de San Ignacio de Moxos, el alcalde Basilio Nolvani hace campaña entre los indígenas del TIPNIS para que apoyen la carretera. Llevó en persona hasta Santo Domingo los materiales para la construcción de la escuela que prometió Morales en septiembre.
En la comisión que lideró el burgomaestre estuvo además un periodista de un canal de Tv de Moxos, al que en un video se observa insistiendo a una pobladora de Areruta, Ayda Montecinos, cuando le pregunta si sabía que ahora con la intangibilidad no podrá ni cazar ni pescar, para después interrogarle si por todo eso no es necesaria una carretera. “Nosotros no queremos la carretera, pero eso de la intangilidad (sic) está mal”, le responde.
Nolvani declaró abiertamente su respaldo al proyecto y prepara una marcha hasta Santo Domingo. Es que precisamente esta comunidad lo respalda. “Tenemos muchas necesidades y esa carretera nos va a servir a todos, por eso la apoyamos”, dice Pinto Rocha.
No piensan lo mismo en La Asunta, Areruta y Oromomo, río arriba del Sécure. “Aquí, en Oromomo, no queremos la carretera. Aquí nos transportamos por el río Sécure, para qué vamos a querer eso”, admite ante La Razón Rebeca Flores Herbi, una pobladora de Oromomo.
A su lado, Juan Flores, añade: “Nosotros conservamos la naturaleza, no dejamos que la dañen y no queremos la carretera, porque si pasa por aquí, a dónde vamos a ir”.
Es más contundente el corregidor de La Asunta, Félix Herbi Noza, para quien “la carretera causará daño” grave. “Aquí tenemos proyectos turísticos que nos ayudan, no queremos ese proyecto”, afirma.
¿Enfrentados? En La Paz, el diputado indígena Pedro Nuni coincide con Fernando Vargas. “Quieren enfrentarnos, pero ahora la pelea va a ser en el terreno, dentro del TIPNIS”, alerta.
Si en Santo Domingo, río abajo del Sécure, le dicen sí a la carretera, río arriba, en La Asunta, Areruta y Oromomo no están de acuerdo con la idea. Unas cinco horas de navegación dividen a las dos partes. Los primeros marcharán para apoyar la vía y los segundos no descartan bajar a Santo Domingo.
En el TIPNIS hay tres representaciones: la Subcentral del TIPNIS y la Subcentral del Sécure, que no quieren la vía, y el Consejo Indígena del Sur (Conisur), por el que habla el diputado yuracaré Eleuterio Guzmán, para quien esa Subcentral apoya el deseo del Presidente.
La palabra mágica del conflicto
Según la Real Academia Española, la palabra intangible significa: Que no debe o no puede tocarse.
Es así como lo entiende también el Gobierno, para el que toda la TCO es intangible.
Para el líder de la Subcentral TIPNIS, Fernando Vargas, cuando se habló de intangibilidad se referían a las zonas de preservación y conservación, “pero ahora el Gobierno habla de que es intangible todo el TIPNIS”.
Estamos ante un escenario complicado
El Órgano Legislativo aprobó una ley, que fue de consenso con los actores principales que eran los indígenas, y no es posible que el Ejecutivo desconozca la labor del Legislativo y los haga ver simplemente como levantamanos: se les ordena aprobar una ley y la aprueban, se les ordena que la desaprueben y la desaprueban.
Eso da una muy mala imagen al país y por el otro lado tampoco se le puede mentir a esos 500 mil paceños que salieron a las calles para recibir a la movilización de los indígenas, que pedían el respeto a sus derechos y su territorio. Los indígenas no se oponían a la carretera y eso quedó claro desde el inicio de la movilización, cuando los marchistas dijeron: “Nosotros queremos carretera, pero lo que no queremos es que nos partan el corazón del TIPNIS”, y por eso plantearon rutas alternativas para que se haga esa construcción.
Es penoso, porque estamos ante la posibilidad de que corra sangre indígena producto de acciones gubernamentales, y eso es lamentable, porque se está trabajando mucho para dividir a las poblaciones indígenas de Moxos.
Como Defensor del Pueblo del Beni estoy absolutamente preocupado porque en los próximos días tengamos que lamentar decesos de hermanos indígenas que antes estaban unidos.
Es muy triste además que haya gente que esté soliviantando a unos y desacreditando a otros, y no solamente se puede dar un enfrentamiento entre indígenas mojeños, sino entre pobladores indígenas del TIPNIS y los cocaleros del Chapare.
Luis Revollo es defensor del Pueblo en Beni.
VIII MARCHA INDÍGENA LA PROTESTA DE 2011
La VIII Marcha Indígena recorrió más de 500 km desde Trinidad a La Paz, con el fin de evitar que la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos entre por el corazón del TIPNIS.
15 de agosto
1.500 indígenas de tierras bajas inician la marcha en Beni.
19 de agosto
Los marchistas rechazan dialogar con dos ministros.
3 de septiembre
El diálogo se instala oficialmente en San Borja.
24 de septiembre
El canciller Choquehuanca es obligado a caminar 2 km ante la barrera policial.
25 de septiembre
La Policía interviene violentamente la marcha indígena en Chaparina.
19 de octubre
Miles de personas reciben como héroes a los marchistas en las calles de La Paz.
21 de octubre
El presidente Morales anuncia que la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos ni alguna otra pasará por el TIPNIS.
La Razón