2011, un pésimo año de la Bolivia plurinacional


Jimmy Ortiz Saucedo“Un año agitado (El Deber 22-12-11).- La marcha indígena en rechazo del tramo II que atravesaría el Parque Isiboro Sécure marcó el año. La quema indiscriminada, el mal estado de los centros médicos y la inseguridad afectan la calidad de vida. Pero en términos macroeconómicos Bolivia cierra con buena nota. El año que se va deja conciertos de alto nivel. Y en el mundo, se expresan y caen gobiernos”.El periódico el Deber lo llama eufemísticamente un año agitado, yo lo llamo un pésimo año.El gobierno populista de evo Morales, siguiendo los lineamientos del chavismo trasnacional del patrón Hugo Chávez, está destruyendo Bolivia.No fue difícil hacerlo. Bolivia es un país fallido con un equilibrio precario. La pésima clase política que nos gobernó y gobierna es la principal culpable de ello. Melgarejo, Goni, Evo, son parte activa de esa pésima clase tradicional. Hombres pequeños de espíritu, que no tuvieron la grandeza de ser verdaderos estadistas.Nuestros políticos sufrieron siempre de miopía crónica, no lograron ver más allá de sus propias regiones. Quisieron siempre gobernar imponiendo “dictaduras regionales y culturales”. No fueron capaces de comprender, que un país tan heterogéneo como Bolivia, no era posible de gobernarse con una “visión homogénea”.Somos un conjunto de regiones inconexas, que ha 186 años de su fundación no ha podido formar un verdadero Estado nacional. Somos en realidad un conjunto de pueblos y de naciones que vivimos prendidos con chicle.Para mi gusto el problema más grave que ha tenido el país este año, siguiendo la clara tendencia de los anteriores de Evo Morales, es el problema del narcotráfico. Esta será la impronta por la que siempre recodaré a Su Excelencia.Dos son los puntos que tuvieron relevancia al respecto este año 2011: la incursión de las peligrosas mafias internacionales y el aumento del consumo de drogas en la región y muy especialmente en el propio país. Los trágicos resultados que traerá el narcotráfico no son todavía entendidos en su magnitud por la ciudadanía. Incluso alguna gente de buena fe piensa que la plata sucia que nos entra le hace bien a Bolivia. Me temo que el gobierno sí lo entiende.- En lo político, su influencia sobre los partidos y sobre los candidatos es notable. Financian campañas y ponen candidatos de su agrado. Como para ellos el dinero no es factor limitante, corrompen la política y por ende la misma Democracia. Decía al respecto el ex presidente de Colombia Cesar Gaviria:“Los colombianos nos descuidamos, miramos para otro lado muchos años y cuando menos pensamos, el narcotráfico puso en jaque al país, las instituciones y la democracia y mató a dos candidatos presidenciales”.- En lo económico distorsionan la actividad. Ejercen una fuerte presión de demanda. Se disparan los gastos suntuarios. Se lava dinero podrido y se hacen inversiones millonarias que generan la aparición de nuevos ricos, los barones de la cocaína. El negocio de la cocaína es el más vil negocio neoliberal que existe. Una paradoja que los dizque socialistas del Siglo XXI le den viento de cola.- En lo social destruyen nuestra juventud, nuestras familias y la de los países vecinos. Porque ya la droga boliviana no va a Estados Unidos y a Europa, los principales compradores son nuestros países vecinos como Brasil, Argentina y Chile.Ya nos son las narices de los gringos que hay que erradicar, sino la de nuestra gente y la de los hermanos latinoamericanos.A pesar de todo no perdemos la fe que un país mejor llegará, que un Santa Cruz mejor, llegará. Tiene que llegar. La conciencia del siglo XXI así lo requiere, a pasar de los populistas, a pesar de la destrucción de la democracia, a pesar de los cocalero ilegales y sus ramas anexas, a pesar del odio de Evo Morales una primavera democrática llegará, después de un trágico inverno plurinacional.


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