En 1987, se convirtió en la primera chilena en obtener el título de Miss Universo. Desde entonces, ha ocupado un lugar de privilegio en el mundo de la televisión. Actriz, conductora y periodista, Cecilia Bolocco es un referente de la mujer moderna. Dueña de su propia etiqueta de ropa, y quien fue la mujer del ex presidente Carlos Menem, ahora triunfa como diseñadora de modas en Chile, Perú y Colombia.
Aficionada del polo, pasó un fin de semana en Buenos Aires junto a su hijo Máximo (8). Invitados por Nespresso, asistieron al Abierto de Palermo. Fabulosa como siempre, conversó muy distendida sobre sus nuevos horizontes de trabajo.
¿Cómo te tratan los argentinos?
Me encanta Argentina, país donde vengo desde muy niña. Me siento como en casa porque viví acá varios años. Máximo es hijo de padre argentino y quiero que esté en contacto con sus raíces, por lo que es muy importante para mí traerlo continuamente para que no pierda ese vínculo. Me fascina el sentimiento del argentino, de disfrutar la vida con sus amigos. Tengo grandes afectos acá: los argentinos son amigos muy leales. Adoro Buenos Aires, es un paraíso.
¿Qué quedó de la Cecilia que ganó Miss Universo en 1987?
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Han pasado muchos años, pero creo que mi alma sigue siendo la misma. El tiempo te va moldeando y te hace evolucionar. Soy una mujer que ha recorrido un largo camino y estoy muy satisfecha por mis logros. Empecé en el mundo de la televisión, después pasé por el del periodismo y hoy estoy triunfando en el del diseño. Siempre creí en mis sueños y hoy estoy viviendo un momento divino. Como madre, me siento plena.
¿Qué impacto tuvo tu triunfo en Chile cuando te convertiste en la única chilena que ha sido Miss Universo?
Produjo un cambio social importante. La mujer chilena no brillaba, y mi país atravesaba un período gris en su historia. Tampoco éramos una nación que se conociera como se conoce hoy por la prosperidad que ha alcanzado. Creo que las chilenas comenzaron a sentirse orgullosas de sus orígenes.
Contame sobre tu incursión en el diseño de moda…
Aunque me gradué como diseñadora de modas un mes antes de ser Miss Universo, nunca me dediqué a eso. En la televisión actual, nada es un desafío para mí, por lo que decidí irme a Italia a hacer una maestría en Diseño. Después de muchos años de carrera en el mundo de las comunicaciones, volví a mi primer amor: la moda.
¿Cómo te va en esta nueva etapa?
Lancé mi primera colección en el 2008 y, desde entonces, he tenido muchísimo éxito. Me sorprendo cada vez que saco una colección porque ¡las prendas se agotan en dos semanas! Me he expandido a Perú y a Colombia. Hace poco, la BMW me convocó para que diseñara un auto que pronto se venderá en Chile. Me estoy abriendo a rubros que jamás imaginé.
¿Cómo tomó el público tu alejamiento de la televisión?
Tengo un vínculo muy profundo con mi público, porque surge desde la verdad, desde la lealtad hacia cada uno de mis pasos. Me acompañan porque saben que cada cosa que hago sale desde lo más profundo de mi corazón. La gente aprecia mi compromiso con el trabajo.
¿Hay algún hombre ocupando tu corazón?
He tenido algunos novios, pero ahora estoy en una pausa. Si no estoy con alguien que me haga disfrutar la vida y que sea un gran compañero, dejando a un lado la competencia y la complicación, prefiero estar sola. Yo busco estar con un hombre que disfrute conmigo cada uno de mis logros y pueda compartir mis triunfos. He tenido una vida maravillosa y no tengo de qué quejarme. No me gusta detenerme a pensar en lo que me hace falta. Tengo un hijo divino, y con eso me basta.
¿Volverías al show, a la televisión?
Me llaman continuamente, pero no encuentro el espacio porque viajo mucho por mi trabajo. La moda y el diseño me consumen. Siento que mi ciclo en la televisión se cerró. No tengo pendientes con ese mundo, y hoy no me desvela. Estoy entregada a mi nueva profesión, que tiene que ver con mi esencia, con lo que me gusta.
¿Seguís vinculada a las causas solidarias?
Sí. Llevo muchos años colaborando con los que menos tienen. En el Teletón, un evento que nació en Chile y que ha logrado resultados magníficos. Cada año paso veintisiete horas arriba de un escenario conduciéndolo y me encanta hacerlo. A la fecha, se han logrado construir nueve centros que atienden a chicos con discapacidades. Lo que hace Teletón es una obra muy digna de destacar, así que voy a seguir colaborando mientras pueda, porque me hace muy bien.
Fuente: www.hola.com.ar