Gonzalo Villegas Vacaflor
Con dineros del Fisco la Cumbre social convocada por el gobierno del MAS se realizará con más de 500 delegados que participarán en este encuentro llamado plurinacional los días 12, 13 y 14 de diciembre de 2011, en Cochabamba. Entre la anestesia social, la retórica populista y la ambigüedad “revolucionaria”. Su objetivo principal será consolidar que: “El viejo capitalismo neoliberal ha muerto”, y que: ¡Viva el nuevo capitalismo andino cocalero e informal!
Esta Cumbre social, ¿para qué sirve?
Es necesaria en la medida en que los participantes escucharán trillados discursos que: denunciarán las perversidades del capitalismo, diferentes experiencias de alejadas geografías; reiterar por enésima vez ilusorios procesos de transformación social que conduzcan a la liquidación del sistema.
Esta reunión hubiese podido tener un valor inicial si se permitía que algunos grupos y colectivos logren poner a debate alternativas económicas, sociales y políticas con la participación horizontal y popular de los asistentes, sin embargo esta situación no es conveniente desde ningún punto de vista para los organizadores, que no quieren escuchar cuestionamientos, menos posiciones discordantes o críticas.
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Como valor complementario, tampoco se debe menospreciar la repercusión gratuita en la industria mediática que utiliza estos instrumentos precisamente para condicionar ideológicamente a una parte de la sociedad a que mantenga y se consolide en los valores del “proceso”.
Además, son festivales necesarios para las entidades y los personajes en función de gobierno que avizoran que éste se les escurre y tratan de anestesiar, neutralizar y convertir en una retórica humanitaria y ambigua el mensaje y los proyectos radicales de las lejanas propuestas electorales.
De hecho se formularán algunas preguntas, pero éstas no encontraran respuestas: es decir: más allá de dar a conocer un descontento aparente sobre el capitalismo, el imperialismo y profundizar la “descolonización”.
Las preguntas, y por tanto la preocupación, surgen en la medida que se comprueba que concurrirán personalidades que pertenecen al gobierno, a los grupos afines al MAS, nuevos empresarios, “colonizadores” y “cocaleros” del establishment político.
La Cumbre social plurinacional: ¡el viejo capitalismo ha muerto!; ¡viva el nuevo capitalismo andino cocalero e informal!
Así como los gobiernos de los países capitalistas se pusieron manos a la obra para defenderlo de un posible fracaso, diciendo e enviando varios mensajes/masajes: hay que refundir/refundar el capitalismo; a recalcar que el capitalismo es intocable como sistema, basta sólo con moralizarlo. Los de la Cumbre social plurinacional lo defenderán solapadamente echando la culpa a los infiltrados, a la derecha inexistente o a una oposición política simbólica; y se dedicarán a apagar el fuego como si fuesen bomberos pagados por este nuevo capitalismo popular. Se está intentando reconducir, o reciclar, o convertirlo en un capitalismo sostenible, como le gusta definirlo ahora a la canciller alemana A. Merkel, o de poner a dieta a la fiera capitalista; los discursos y de las propuestas ya hechas consisten en mantener al capitalismo regulado, una exhortación a la buena senda de desarrollo bajo el control del magnánimo Estado capitalista.
Antes de la inflexión política provocada por el “gasolinazo” y la represión a la marcha en defensa del Tipnis, los hacedores de las propuestas hablaban de “plantear alternativas “radicales” sin ir a la raíz de los problemas”, pero nada más”. Algunos ejemplos de tales exhortaciones:
Nacionalizar los bienes y servicios básicos; proponer que empresas públicas se encarguen de la gestión del agua, electricidad, salud, educación o comunicaciones, garantizar la soberanía alimentaria y energética. Han pasado seis años y absolutamente nada de eso se llevó a la práctica, el gas se acaba, hay racionamiento de energía eléctrica, importamos más que nunca alimentos, pues no basta con clamar que el neoliberalismo es una absurdidad social, ecológica y políticamente desastrosa. Si al final de cuentas, son los más fervientes militantes y defensores.
Entre denuncias y exhibiciones expuestas por los sectores gubernamentales y afines sobresalen como la vanguardia del proceso, los cultivadores de coca en el Chapare cochabambino, que tienen un poderío económico por ventas de su producción para la fabricación de cocaína, incrementado por la excepción impositiva, en una segunda línea se hallan “los colonizadores” ahora llamados “interculturales”, los cooperativistas mineros también premiados con el no pago de impuestos, los transportistas, la dirigencia de la empresa privada y otros, que ideológica ni doctrinariamente no tienen un punto de unión, pero el capital no tiene ideología y se agrupan para hacer cuerpo con la finalidad de seguir acumulando ganancias aunque los medios no sean los más lícitos.
A estos grupos jamás se les ha pasado por la mente construir una SOCIEDAD DE IGUALES; pues sus intereses son individuales, de grupo y para nada les importa el resto de la sociedad que ha comprobado azorada que no hay ningún proceso de cambio.
La agenda que llevará adelante la cumbre que me atrevo a señalar, y con seguridad será aprobada por consenso, levantando la mano:
1.- Para el 2014 garantizar la reproducción del poder para Evo, no importan los medios.
2.- Levantar el susidio a los carburantes.
3.- Construcción de la carretera por el Tipnis
4.- Métodos para incrementar las utilidades de la vanguardia revolucionaria y aliados.
5.- Control de la información.
6.- Control político a través de las nuevas autoridades judiciales.