En una medida sin precedentes, el gobierno de Estados Unidos pidió censurar dos estudios científicos por temor a que la información se use con fines terroristas.
Los autores de las investigaciones, que crearon mutaciones del virus de gripe aviar (H5N1) con el potencial de infectar a millones de humanos, expresaron que cumplirán «con renuencia» las recomendaciones del organismo estadounidense encargado de bioseguridad en la ciencia.
Después de revisar los estudios del Centro Médico de la Universidad de Erasmus en Rotterdam, Holanda, y la Universidad de Wisconsin Madison en Estados Unidos, la National Science Advisory Board of Biosecurity (NSABB) (Junta Nacional de Asesoría para la Bioseguridad de la Ciencia) pidió emitir detalles clave de los estudios y publicar sólo una versión resumida.
Las revistas Science y Nature, donde las investigaciones van a ser publicadas, emitieron declaraciones en las que acuerdan cambiar los artículos sólo si el gobierno les asegura que los datos podrán ser accesibles para los científicos involucrados en la investigación de influenza.
Ambos estudios muestran cómo el virus H5N1 de gripe aviar puede mutar «mucho más fácilmente de lo que se piensa» y transmitirse por medio de partículas aéreas de un humano a otro con la tos o estornudos.
Aunque desde hace tiempo los científicos saben que este virus -uno de los más contagiosos y mortales que se conocen- tiene el potencial de transmitirse entre humanos, hasta ahora el contagio sólo ha ocurrido por contacto con aves infectadas.
Las nuevas investigaciones demuestran cómo el virus muta para poder pasarse entre humanos, con el potencial de causar una pandemia que podría contagiar y matar a millones.
El doctor Ron Fouchier y su equipo del Centro Médico Erasmus -cuyo estudio fue comisionado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos- declaró que el NSABB había recomendado «mantener en secreto ciertos detalles de la información sobre los métodos y resultados» del estudio.
Según los científicos, «la libertad académica y de prensa están en juego como resultado de esta recomendación. Esto es algo que nunca ha pasado antes».
Y aunque «tienen reservas sobre esta recomendación, la cumplirán», dicen los investigadores.
El doctor Fouchier afirma que su hallazgo puede ser utilizado para prevenir una pandemia o para desarrollar vacunas y medicamentos antes de que esta pandemia ocurra.
Y la mejor forma de usar esta información, agrega, es publicar los resultados en una revista científica.
Necesidad «de buena fe»
Ésta es la primera vez que el NSABB -que fue creado en 2001 a la luz de los ataques de antrax en ese país- decide hacer una recomendación para censurar a la ciencia.
Según el organismo, la versión del virus creado en el laboratorio representa «una amenaza extremadamente grave para la salud pública», por su enorme potencial para contagiarse entre humanos.
Por lo tanto, concluye que los manuscritos finales no deben incluir detalles que puedan permitir la repetición de los experimentos «en manos de aquéllos que buscan hacer daño».
Por su parte, el doctor Bruce Alberts, editor en jefe de la revista Science, donde será publicado el estudio del doctor Fouchier, afirma que la publicación «está tomando muy seriamente» el pedido del NSABB de publicar una versión abreviada del estudio.
Pero agrega que «a Science le preocupa tener que retener información de salud pública potencialmente importante para los investigadores de influenza responsables».
Según el doctor Alberts, muchos científicos que investigan la influenza tienen una «necesidad de bona fide» de conocer los detalles de esta investigación para proteger al público, especialmente si ahora están trabajando con cepas vinculadas a este virus.
Science -agrega el científico- evaluará la mejor forma de proceder.
Por su parte, un portavoz de la Universidad de Wisconsin, Madison, informó que está renuentemente sometiendo un estudio revisado a la revista Nature.
Tanto Science como Nature pidieron al gobierno establecer «un plan transparente» para asegurar que cualquier información que sea omitida en las revistas será puesta a disposición de todos los científicos responsables que la pidan.
Cuestión «crítica»
El doctor Anthony Fauci, director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, dijo a la BBC que en estos momentos se está preparando un sistema que permita que los científicos con las credenciales adecuadas puedan tener acceso total a estos estudios.
Según el funcionario, se espera que este sistema está listo cuando las investigaciones sean publicadas en enero.
El doctor Fauci subraya que restringir la información clave sólo para quienes estén involucrados directamente con los programas de salud pública es una medida prudente.
«La cuestión crítica es si hay suficientes razones de salud pública para tener acceso a este conocimiento» expresa el científico.
El doctor Fauci confirmó a la BBC que los NIH -que junto con la NSABB, dependen del Departamento de Salud de Estados Unidos- comisionaron y financiaron parcialmente el estudio del doctor Fouchier como parte de la estrategia de preparación para una pandemia.
Y acepta que ni él ni el NSABB tienen poder suficiente para detener la publicación de las investigaciones si los editores de Science y Nature deciden seguir ese trayecto.
Según el doctor Fauci, «ambas revistas desean publicar los estudios, pero entienden las preocupaciones del NSABB».
Fuente: bbc