Tras el deceso del dictador norcoreano Kim Jong-Il, la prensa internacional se ha regodeado comentando sus excentricidades, propias de un autócrata acostumbrado al abuso y a la mitificación de su imagen a través del culto a la personalidad.Este último ha sido un método corriente en los sistemas de cuño totalitario, un engranaje en la maquinaria de identificación entre Estado y Caudillo. Aunque en menor medida, en la Bolivia de Evo también hemos visto múltiples señales de culto a la personalidad, así como de los disparates en los que suelen incurrir los gobernantes rendidos a la borrachera de poder.Si Kim Jong-Il afirmaba ser capaz de controlar el clima, Evo Morales asegura tener en la mano la solución para el cambio climático, que según él pasa simplemente por destruir al capitalismo.Si en las escuelas de Corea del Norte se enseñaba que Kim y su padre crearon el mundo, el masismo parece sostener que con Evo la historia ha comenzado de nuevo, en una suerte de retorno adánico al inicio de los tiempos.Si en la dictadura asiática hay 35.000 estatuas del “amado líder” y en cada casa del país cuelga un retrato suyo de manera obligatoria, en Bolivia se ha declarado a la casa natal de Evo como “patrimonio sagrado de la nación”.La efigie de Kim aparecía en sellos y billetes. La de Evo también en sellos, así como en la moneda acuñada para el Bicentenario.El dictador norcoreano dijo haber inventado la hamburguesa. Evo asegura haber descubierto los efectos esotéricos del pollo y la Coca-Cola.Si Kim Jong-Il afirmaba haber leído 18.000 libros, el vice de Evo, García Linera, dice que leyó… ¡20.000!Según la propaganda norcoreana, Kim sería un genio del golf, capaz de rebasar los mayores récords mundiales. De acuerdo a la propaganda del gobierno cocalero, Evo Morales sería un as del fútbol, aunque vaya por la cancha (y por la política) a rodillazos.Kim decía haber inventado un remedio para acabar con la baja estatura y Evo asegura tener la cura para la calvicie.Si del autócrata de Pyongyang se decía que nunca iba al baño, del mandatario boliviano dicen sus panegiristas que casi no duerme y que “no se cansa”.En medio de una hambruna, Kim decidió solucionarla con superconejos gigantes (logró crear doce que murieron en el zoológico). En pleno brote de inflación y desabastecimiento alimentario, Evo propuso sustituir el café por el caldo de hueso, así como la cría de abejas en todos los hogares.Si Kim Jong-Il era el mayor cliente de la marca de coñac Hennessy, cuyas botellas cuestan 630 dólares, Evo Morales es el máximo cliente de la exclusiva diseñadora Beatriz Canedo Patiño, cuyos trajes cuestan un mínimo de 800 dólares…[email protected]