Navidad 2011


Alcides Parejas MorenoTenía el firme propósito de que en este artículo me ocuparía exclusivamente de tratar el tema navideño. Como me estoy estrenando de abuelo con un par de nietos que empiezan a entender los cuentos y mensajes que se les mandan, este año cumplí uno de mis sueños: montar con ellos tanto el belén como el arbolito. Debo admitir que fue una empresa un tanto estresante, pues los dos niños querían “ayudar” en todo y unos cuantos adornos navideños se destrozaron por el exceso de “ayuda”. De todas maneras, lo bonito de todo esto fue el diálogo que tuve con José Miguel (con poco más de tres años y una imaginación desbordante) al que traté de explicar el porqué del belén y qué es lo que vamos a festejar el 25 de diciembre. Cuando Agustín, con poco más de un año, escuchó la palabra cumpleaños que José Miguel repitió con entusiasmo, empezó a cantar –en su media lengua, por supuesto, pero con buena entonación—“Cumpleaños feliz…” y a soplar las luces del arbolito.A partir de ese momento me zambullí en el espíritu navideño de la mano de mis nietos y con la ayuda de esos elementos recordatorios como son las tarjetas de felicitación, los villancicos o la decoración en algunas calles y plazas. Sin embargo, los acontecimientos que hace unos días han ocurrido en Trinidad me volvieron a la dura y desagradable realidad cotidiana. Tal como estaba escrito en el guión que se ha preparado para don Evo Morales, el gobernador del Beni, Ernesto Suárez Sattori, ha sido defenestrado gracias a un burdo y maléfico contubernio.Una vez más pude constatar, lamentablemente, que cuando hace ya casi seis años escribí un artículo con el título “Objetivo destrucción”, tenía razón (Digo lamentablemente, porque me hubiera gustado estar equivocado). Desde el mismo momento en que se empezó la construcción de lo que se ha dado en llamar “estado plurinacional”, que en realidad es la construcción de un estado que se basa en la cultura aimara que niega y excluye todas las demás, el objetivo es la destrucción de todo aquello que se oponga al proyecto. Asimismo, desde el primer momento se identificó claramente al enemigo: todo lo que tenía que ver con la llanura, que en los últimos años había empezado a emerger. Por tanto, había que destruir todo el aparato productor cruceño y la emergencia política de la llanura que había enarbolado la autonomía.Este plan destructivo está íntimamente ligado al proceso de construcción de la figura de Evo Morales como el protagonista central e indiscutible del Estado plurinacional. Una figura que cada vez se torna más lejana e intocable y cuya palabra no es sólo ley, sino la voz del mismo dios. Hace poco tiempo, con motivo de la celebración de la efeméride beniana, el gobernador Suárez Sattori osó en su discurso hacer una crítica al gobierno de Morales. Esto, unido al burdo juicio al que está sometido, ha sido suficiente para decretar su caída. Tengo la firme convicción que el gobernador Ernesto Suárez Sattori es un hombre íntegro y valiente y que merece el apoyo de todos los ciudadanos que creemos en la libertad y la democracia.Sería absolutamente injusto si en este artículo no me refiriera a la parte de culpa que tenemos los ciudadanos que no estamos de acuerdo con este proceso. La mayor parte de las veces la actitud que tomamos es de indiferencia o hacernos los desentendidos porque la cosa no es con nosotros o porque simplemente queremos que nos dejen vivir en paz, olvidando que la paz es consecuencia de la guerra.Cada vez que mi nieto Agustín va a mi casa y ve los arreglos navideños grita a todo pulmón ¡Navidad! A pesar de la irracionalidad que se ha campeado en este país, merecedor de mejor suerte, les deseo a todos unas felices fiestas y que nos atrevamos a cantarle “Cumpleaños feliz” a Jesús.El Día – Santa Cruz


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