Según la revista online española Infolatam (Información y análisis de América Latina), el gobierno de Evo Morales “ha puesto en marcha una amplia ofensiva diplomática y política para obligar a Chile a que acepte negociar una salida al mar para Bolivia”, ante lo cual Chile prepara una “contraofensiva”.
Evo Morales
(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez).- Evo Morales ha puesto en marcha una amplia ofensiva diplomática y política que encabeza el propio presidente boliviano en persona para obligar a Chile a que acepte negociar una salida al mar para Bolivia. Morales busca además a denunciar internacionalmente el tratado de 1904 que fijó hace más de un siglo los límites entre ambos países.
El canciller boliviano David Choquehuanca ha denunciado que Chile incumple el Tratado de 1904, porque no están vigentes varios apartados del mismo: no existe libre tránsito a favor de Bolivia, no funciona la vía férrea Arica-La Paz, y existen problemas en el tráfico por puertos como el de Arica.
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En Chile, se es consciente de que 2012 será un año muy difícil en el frente exterior, tanto por el pleito con Perú que se juzga en el Tribunal Internacional de La Haya, como por la renovada ofensiva boliviana.
De hecho, el ministro de Defensa, Andrés Allamand aseguró al diario La Tercera que este año estará marcado por la “compleja la relación con nuestros vecinos. Los expertos señalan que el inicio de la fase oral de la disputa limítrofe que se está viendo en La Haya podría alentar expresiones nacionalistas en Perú. Paralelamente, es previsible que haya problemas en Bolivia, si es que el gobierno de ese país materializa su anunciado propósito de denunciar el tratado limítrofe de 1904. Aunque el plazo fatal definido en la Constitución boliviana para interponer esta acción vence el 2013, también se establece una tramitación en la Asamblea Nacional de este punto en forma previa”.
El ministro chileno subrayaba además que “es posible que, al margen de lo que suceda en Perú, en el caso de Bolivia tengamos dos frentes de conflicto: la eventual denuncia del Tratado de 1904 y el intento por aprovechar la próxima Asamblea General de la OEA, que se realizará en Cochabamba a mediados del próximo año para presentar su demanda marítima. En consecuencia, el panorama vecinal es complejo. Quiero resaltar, en todo caso, que la relación con Argentina está en su mejor momento histórico”.
La ofensiva de Morales en 2012
La ofensiva diplomática boliviana se llevará a cabo en dos frentes, el primero, como el pasado 15 de diciembre anunció Evo Morales tendrá como escenario la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, adonde en febrero viajará a para acumular información que resapalde su intención de demandar a Chile para lograr una salida soberana al Océano Pacífico.
El segundo será la OEA. El Gobierno boliviano prepara un informe “contundente” sobre la demanda marítima y llevará esta petición a la Asamblea de la OEA que se celebrará en Cochabamba en junio de 2012.
El embajador de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos, Diego Pari, informó al diario La Razón de que la comisión boliviana empezará en febrero de 2012 en Washington, Estados Unidos, un lobby para asegurar apoyo a la demanda marítima: “nosotros debemos garantizar que el informe pueda incorporarse en la OEA, ya que Chile siempre intenta que el tema no ingrese en agenda. En eso se debe trabajar”.
Pari destacó que “el presidente Evo Morales y el canciller David Choquehuanca trabajan en el tema”.
Antes de acabar el año 2011, Evo Morales, en su visita a Perú, ya adelantó las líneas generales de su plan que tiene como primer pilar la denuncia del Tratado de 1904, de Paz y Amistad con Chile: “quiero reiterar que el Tratado de 1904, primero es injusto; segundo, impuesto bajo presiones políticas y a la fuerza y con ciertos informes de prebenda…Nosotros respetamos los tratados, pero tratados injustos, incumplidos, que no resuelvan además la historia, tenemos la obligación de (ver) cómo vencer esos tratados”.
Además, Morales acusó a la clase política boliviana de comienzos del siglo XX (a los que califica como dirigentes de un “Estado colonial”), por haber aceptado ese tipo de tratados “que no resuelven la historia” entre ambos países. Ese tratado puso fin al estado de guerra que mantenían Bolivia y Chile desde 1879 y reconoció el dominio perpetuo de este país sobre los territorios que Bolivia perdió en esa guerra.
Un tratado que, según el historiador chileno, Cristián Garay, trajo algunos beneficios a la Bolivia de inicio del siglo XX.: “resignado a una Bolivia cercenada, el presidente Pando iniciaba un proceso de modernización y fortalecimiento del Estado boliviano, para lo que se proveyó de los ingresos aduaneros del Tratado de 1904 con Chile y de la indemnización del Tratado de 1903 con Brasil”.
Garay añade que “además sostuvo, y fue así, que se produjo un fomento del comercio internacional y un mayor acceso al tráfico marítimo, mediante la interconexión del ferrocarril, en un país incomunicado por la topografía. Efectivamente hubo un repuntar económico, consecuencia también de la liberación de las trabas comerciales de Chile tras 1904. Con las nuevas rentas, en enero de 1904 el presidente boliviano inauguró el primer curso de la Escuela de Guerra”.
Morales ha desvelado que en la última conversación que mantuvo con el Presidente de Chile, aprovechando la posesión de mando de la presidenta Cristina Fernández, “él me dice: ‘¿Qué hacemos?’, y yo le dije: ‘Está en tus manos la respuesta’. Le dije: ‘Presidente, teniendo tanta agua, ¿por qué no compartir algo? Usted gana, Presidente, si resuelve el problema’. En Bolivia, cuando instalamos el gas domiciliario, costó 14 bolivianos, que son como dos dólares. En Chile cuesta US$500 el gas domiciliario. Yo planteo un acuerdo de complementariedad”.
Morales recordó que en la reunión le comentó a Piñera que ”si Chile no cede nada, ¿para qué esperamos un puerto chileno si tenemos un puerto peruano como Ilo? Hemos avanzado con el (ex) presidente (Alan) García, estamos continuando con el presidente Humala y ¿cuál es el objetivo? Tener un ferrocarril de último modelo de Puerto Suárez, en Brasil, hacia puerto pacífico pasando por Ilo. Gana Brasil, Bolivia y Perú”.
Chile prepara la contraofensiva
Mientras, Chile se está preparando para la esperada ofensiva boliviana acumulando argumentos para establecer su defensa. El pilar findamental será demostrar la total validez del Tratado de 1904.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, ha pedido a La Paz que respete ese tratado: ”estamos dispuestos a avanzar con más fuerza y creatividad para facilitar la vinculación de Bolivia con el resto del mundo a través del territorio chileno. Esto implica dos condiciones: que se respete el Tratado de 1904 y que Chile no ceda su soberanía”.
La clave es que Piñera no solo desea mantener vigente el Tratado de 1904 sino la integridad territorial chilena: “hemos tenido cuidado de plantearle a Bolivia que la idea no es que Chile mande una oferta territorial”.
El chileno apunta además que “lo que podemos hacer es construir juntos un acuerdo que sea útil, concreto y factible para ambos países…sólo abre la puerta para que sea rechazada con escándalo, porque las expectativas de Bolivia son de un tamaño y las posibilidades chilenas son de otro”.
La idea chilena es que “entre Chile y Bolivia no existen asuntos territoriales pendientes…(esos temas) quedaron definitivamente resueltos por el Tratado de Paz y Amistad de 1904, es decir, celebrado hace ya más de 100 años. Chile ha otorgado a Bolivia facilidades que han ido más allá del tratado”.
Esa es la idea que mantiene el ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno, para quien “el Tratado de Paz y Amistad de 1904 fue firmado y aprobado por el gobierno boliviano y el gobierno chileno, y por los parlamentos boliviano y chileno 20 años después de terminada la Guerra del Pacífico…fue utilizado por dos presidentes bolivianos democráticamente elegidos, e incluso utilizado durante la campaña del nuevo presidente de aquella época. El propuso que se firmara este tratado”.
2012 será por lo tanto un año muy difícil y tenso en Sudamérica centrado en el triple conflicto limítrofe entre Chile, Perú y Bolivia, unas diferencias que finalmente no hacen sino entorpecer el camino hacia la siempre reiterada necesidad de integración regional.
(Tomado de ANF)