“Sería bueno tener un verdadero gobierno indígena”


ENTREVISTA EL DÍA Emilio Martínez. Coautor de ‘Tipnis: la marcha que cambió la historia’. Sobre su contenido y la inevitable lectura política se hace cargo el escritor.

La literatura lo llevó al periodismo; el periodismo al análisis político. Con más de siete libros de poesías, cuentos y guiones para teatro, el uruguayo nacionalizado boliviano, lleva más de 15 años en Santa Cruz. Su más reciente trabajo es la recopilación de 60 artículos, acompañados por fotografías de Samy Schwartz, durante los días de la marcha indígena. Un intento de homenaje, más que de "best seller".

La coyuntura lo mantuvo alejado de la marcha, ¿cómo se imagina si hubiera estado allí?



Hubiera terminado haciendo algo parecido a lo que hizo Samy, quedar incrustado en la marcha. Una pretendida neutralidad sería ficticia. Es sano involucrarse, mucho más cuando hablamos de un hecho que está incrustado en las páginas de la historia democrática boliviana.

¿Y durante la represión?

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Es difícil saber lo que haría uno en esas circunstancias. Situaciones como esa te definen como persona. El periodista se pone primero en el papel de ser humano.

En algunos artículos define a la marcha como ‘la revolución del Patujú’, ¿por qué?

Porque fue un proceso que terminó por romper esquemas. Si vamos a utilizar la terminología vicepresidencial, diremos que marcó un punto de bifurcación. A su paso cayó toda una mitología gubernamental. La máscara indigenista se disipó. Cuando los indígenas llegaron a La Paz terminó la polarización étnica oriente-occidente y nos dimos cuenta que la división era artificial. Debajo de todo el discurso ideológico, la unidad se abrió paso.

En ese sentido, ¿qué papel jugó la oposición?

Mucho se dijo en torno a esto. Pero la marcha no fue creada ni construida por la oposición política. La marcha generó consenso y unidad. Propició un encuentro de etnias, pueblos e ideologías sin precedentes. Algo más allá de cualquier proyecto político.

Y convirtió el ‘indigenismo’ en una especie de moda…

El primero en iniciar este “marketing” indigenista fue el propio Gobierno. El que produjo toda esta galvanización indígena, también fue el Gobierno tras la represión indígena en Yucumo.

¿Los indígenas tendrían un futuro en la política?

Desde luego que sí. Sus líderes demostraron que saben cómo ganarse el apoyo ciudadano. En cierto modo, sería algo bueno si lo hicieran. Hemos visto que su manera de hacer política es más auténtica. Con su participación podríamos aspirar a tener un verdadero gobierno indígena, que hasta ahora no hemos tenido. Paradójicamente, un gobierno indígena solo se lograría dejando de lado este régimen abiertamente dominado por cocaleros.

¿Cuál podría ser el desenlace de la marcha del Conisur?

Primero, no van a tener la recepción apoteósica que tuvo la marcha de la Cidob. En segundo lugar, servirá de excusa para el referéndum bi-departamental que busca el gobierno. Pero más allá de eso, el MAS está viviendo una debacle que no tiene reversa. Se puede tratar de frenar o retrasar la debacle, pero no tiene marcha atrás.

"El gobierno tiene un plan B con la contramarcha. Ni con todo este aparato logrará frenar la debacle".

Emilio Martínez Cardona

Periodista y escritor

Ciudad natal: Minas, Uruguay. Nacimiento: 13 de diciembre de 1971. Profesión: periodista y guionista. Pasatiempos: cuento, poesía y teatro. Comida favorita: pastas. Libro: Ficciones de Borges, 1984 de George Orwell. Obras: Noticias de Burgundia, Cuentos para emborrachar la perdiz, Antiguos jardines, Macabria, El banquete, Cartografías, Libro de los espejos y Ciudadano X.

El Día – Santa Cruz