Denuncias suben a 85% en ese país. PROCEDENCIA: También caen ciudadanas de Paraguay, Brasil y República Dominicana.
Un grupo de menores en un caso anterior por trata. Archivo Digital
Las denuncias por trata de personas en el vecino país de Argentina crecieron, sólo en la gestión 2011, 85% en relación al año anterior. Lo preocupante de ese informe para el país es que 16% de las víctimas son bolivianas.
El reporte fue difundido ayer por la red ERBOL, de acuerdo a cuyos datos las denuncias por trata en esa nación pasaron de ser 106, en 2010, a 196, el año pasado, lo que refleja una sostenida tendencia creciente, pues en 2008 las averiguaciones previas apenas si llegaban a 23.
Con respecto a las víctimas, el informe revela que la mayor parte de ellas, el 41%, es de Paraguay, mientras el 29% proviene de Argentina, el 16% de Bolivia (alrededor de 30 mujeres), el 2% de Brasil y el 1% de República Dominicana.
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El caso del empresario argentino Raúl Martins, quien está acusado de operar una red de prostitución en México, destapó la magnitud de este problema en Argentina, donde las denuncias por trata de personas crecieron un 85% sólo en 2011.
La Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (Ufase) de ese país dio a conocer el mes pasado un informe que pasó desapercibido, pero que ahora cobró vital importancia ante el escándalo generado por Martins.
El problema es que, pese a que la ciudad de Buenos Aires concentra el mayor número de prostíbulos de todo el país, no hay un solo proxeneta o funcionario cómplice condenado.
“Como punto negativo, se mantiene en cero el número de condenas por el delito de trata de personas en la Capital Federal, ello pese al avance advertido en el número de procesamientos dictados y de casos abiertos en ese distrito”, señaló el documento, que consta de 36 páginas.
La Ufase advirtió, además, que se necesita “de funcionarios públicos que se convenzan de la importancia de una activa aplicación de la ley para la eliminación del sistema prostibulario, en donde se explota sexualmente a mujeres”.
Conminó también a evaluar los casos sin “sesgos moralizantes, sino a partir de la comprobada circunstancia de que los prostíbulos y los proxenetas generan el terreno fértil a la esclavitud sexual de la mujer”.
Otro de los problemas que dejó en claro el informe fue que, pese al incremento de denuncias, no se advierte un seguimiento al estado de aquellos inmuebles en los que se descubrió que se ejercía la prostitución.
De hecho, sólo el 6% de esos lugares fue clausurado, mientras que 32% sigue abierto y el resto se desconoce su estado actual, aunque lo más probable es que el mismo haya reabierto y continúe siendo un prostíbulo.
Página Siete / La Paz – 08/02/2012