Algunas críticas al contrato con OAS


Tuffí Aré Vázquez

ARÉ1 La reapertura del debate sobre la consulta para la construcción del tramo II por el corazón del Tipnis se presenta pertinente para analizar otra vez en profundidad la calidad del contrato suscrito con la brasileña OAS, que se adjudicó la obra que vinculará a Villa Tunari con San Ignacio de Moxos. Precisamente, el martes pasado el presidente de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz, Rolando Schrupp, expuso en el programa Asuntos Pendientes, de El Deber Radio, varias observaciones al contrato, que deben formar parte de un necesario debate, al que no deben huir las autoridades nacionales, si es que realmente están interesadas en la transparencia del proceso.

Consultado sobre si es técnicamente inviable la construcción del tramo II si es que no pasa por el Tipnis, como lo acaba de sentenciar el lunes pasado la ABC, el dirigente de la Cadecocruz afirmó que ‘lo que es técnicamente inviable es el contrato con la OAS’. Respaldándose en documentación, Rolando Schrupp asegura que el acuerdo con la compañía brasileña tiene varios vicios que deberían provocar su nulidad. Algunos de ellos se relacionan con los tiempos de adjudicación de esta obra vial y con ciertas exigencias iniciales que luego se cambiaron, presuntamente con el objetivo de favorecer a la constructora del vecino país. El dirigente de la Cadecocruz ha dado un paso más en sus cuestionamientos al asegurar que este y otros contratos están hechos a la medida de las constructoras brasileñas, ofreciéndoles ventajas que las compañías nacionales no tienen.



Con documentación, Schrupp también observó el precio de la obra vial de 306 kilómetros, que comparada con otros proyectos, tiene un costo mayor por kilómetro construido. Según el dirigente empresarial, tampoco se debería hablar de tramos, ya que el contrato establece la construcción de una carretera completa. Eso explica, según Schrupp, porqué ahora la ABC hablamás de ‘fases’ que de ‘tramos’. La afirmación más polémica del presidente de las constructoras apunta a cuestionar la condición de prioridad que le dio el Gobierno a este proyecto vial. Según Schrupp, debería ser una obra secundaria y de ninguna manera fundamental, en el marco de los planes de integración delineados en el IRSSA. El empresario asegura que hay otras prioridades y que la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos solo busca debilitar o destruir el aparato productivo cruceño.

Para concluir, considera que si el contrato de OAS se ejecuta como está, muchos tendrán en el futuro que someterse a juicios de responsabilidades. Las dudas expuestas son más que importantes y se necesitan respuestas claras del Gobierno y de los técnicos de la ABC. Un debate abierto y público de estos cuestionamientos debería ayudar a las futuras decisiones que se esperan en el marco del complejo conflicto del Tipnis.

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Además, se debería responder porqué no ofrecen en Bolivia las mismas oportunidades a las empresas constructoras nacionales, que dicen estar habilitadas y tener la capacidad para adjudicarse proyectos viales de este tamaño.

El Deber – Santa Cruz