Gobierno de Evo Morales pretende acallar a Carlos Valverde

Rolando Antelo*El mal no duerme y pretende apoderarse también de las almas y espíritus de aquellos ciudadanos que se atreven a llamar las cosas por su nombre.¿Qué pretende el gobierno amedrentando a un ciudadano que inclusive oportunamente, ejerció sana crítica constructiva en favor de desgraciadas medidas que el ejecutivo nacional realizó en contra de Bolivia, mismas que son de conocimiento público?La publicación realizada en su muro de Facebook por Carlos Valverde, acerca de la conclusión de un libro con su versión acerca del «Caso Rózsa», conocido también como “Masacre del Hotel Las Américas», donde fueron acribillados 3 ciudadanos con supuestas intervenciones de venezolanos, cubanos y bolivianos, ocurrido en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, en fecha 16 de abril de 2009 por órdenes directas de Evo Morales y su vicepresidente, son hechos que dieron un auto pretexto al gobierno para realizar la más cruenta persecución política-judicial que se tenga memoria en Bolivia, misma que causó detenciones, torturas, exilio y prisión a decenas de hombres y mujeres del oriente boliviano.El anuncio público del periodista habría sido el detonante de un amedrentamiento que se ha manifestado hace algunas horas, con la presencia de miembros de la tristemente célebre unidad policial acusada de flagrantes violaciones a los DDHH en los alrededores de sitios que Valverde frecuenta.Tomando en cuenta los antecedentes persecutorios del gobierno cocalero, es predecible afirmar que esta escalada de amedrentamiento no ha hecho más que comenzar.¿Por qué condenan a Carlos Valverde y a su familia a este vía crucis criminal fomentado desde el Estado, que de modo sistemático ataca y hiere de muerte los derechos y libertades ciudadanas de todos y cada uno de los bolivianos?¿Ignoran los actores intelectuales y materiales de los hechos que el «Informe Bernardo Montenegro-Pablo Banegas»** se encuentra en poder de jueces irlandeses, húngaros y en el Tribunal Penal Internacional?Una copia de dicho informe también está en pleno trámite en las oficinas en Suiza del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, pues fueron entregadas en mano propia por los entonces diputados Montenegro y Banegas, quienes debieron intervenir preventivamente en diciembre de 2009 por ante el Gobierno de Evo Morales, a fin de dar garantías y seguridades a los mismos de que no serían apresados, aunque sí fueron amedrentados: el padre del diputado Montenegro en Cochabamba y familiares directos de Banegas en Santa Cruz, con el mismo modus-operandi empleado contra Carlos Valverde.La persecución a Carlos Valverde ha tocado una fibra muy delicada acerca del estado y situación actual de la libertad de expresión y la libertad de prensa en la Bolivia de Evo Morales.Si callan a Carlos Valverde, ¿qué otro ciudadano en ejercicio del periodismo, de sus derechos, se atreverá a hablar y denunciar con pruebas los vejámenes que a diario se viven en un «Estado de Derecho» que no reconoce derecho alguno a los ciudadanos?La escalada represiva contra la libertad de expresión en todo el territorio boliviano, de Evo Morales y Álvaro García, está en sus últimos tramos y en su libreto cipayo, es Carlos Valverde la voz a acallar a fin de liquidar la última piedra molesta en su zapato criminal.He puesto al servicio de Carlos Valverde todo el apoyo del Comité Suizo por los DDHH, a fin de dar a conocer ante las más altas instancias mundiales en esta materia cualquier nueva agresión o las ya sufridas, a fin de responsabilizar «ipso facto» al gobierno de Evo Morales por cualquier incidente menor, mediano o mayor que pudiera sufrir él o cualquier miembro de su familia o equipo de trabajo.Invito a las autoridades políticas como diputados y senadores de todo el país, autoridades de DDHH, de la prensa nacional, comités cívicos de Santa Cruz y resto del país, medios de comunicación orales, escritos, televisivos y del Web, a no callar y dar su apoyo a los derechos que nos corresponde resguardar y que el gobierno de Evo Morales se esmera en pisotear.Las instancias internacionales existen y están al alcance de cualquier ciudadano con acceso a internet, pues, ya se aceptan las denuncias por este medio.Informo también que el próximo 27 de febrero, la máxima instancia en la consideración y tratamiento de las denuncias de violaciones a los DDHH, el Consejo Permanente de Derechos Humanos de Naciones Unidas, comienza una sesión de tratamiento del estado de los derechos humanos en los países miembros. Bolivia es uno de ellos, por lo que resulta necesario desde ya hacer llegar las denuncias al pleno y a todos y cada uno de los miembros de dicha institución.La escalada de amedrentamiento no va solamente contra Carlos Valverde.¡Va contra usted también, ciudadano!Cuando el Estado transgrede con violencia física o psicológica a cualquier ciudadano, comete delito contra todos los ciudadanos.¡No permita con su silencio la impunidad de estos actos!Denuncie y comparta públicamente cualquier abuso de este gobierno allí donde el mismo ocurra, pues ese acto reflejará el verdadero interés de oponerse a la conculcación de nuestros derechos que está cometiendo el gobierno de Evo Morales, que responde interna y externamente a intereses de los cultivadores de hoja de coca excedentaria del Chapare cochabambino que preside.¡Usted podría ser el próximo Carlos Valverde!La solidaridad debe manifestarse plenamente y el gobierno debe saber que los ciudadanos estamos dispuestos a defender nuestros derechos, más allá de la coyuntura que hoy los tiene ejerciendo nefastamente un poder represivo para delinquir contra personas e instituciones.*Presidente del Comité Suizo por los DDHH**Informe realizado en el último trimestre del 2009 por los entonces diputados Bernardo Montenegro y Pablo Banegas. Contiene un pormenorizado recuento médico-legal en varios cientos de páginas, con informes forenses y científicos de reconocida reputación oficial internacional, como el de Marieh Cassidy, que trabajó como médico forense del Tribunal Penal Internacional y el Instituto Nacional Forense de Hungría. Los informes señalan que en el caso del irlandés Dwyer, éste fue victimado con una bala explosiva que le destrozó las entrañas y no con seis balazos como señala el informe forense de Bolivia. Lo mismo en el caso de Arpad Magyarosi, de nacionalidad húngara. Las pericias señalan que éste fue ejecutado en tres tiempos y le abrieron fuego cuando se encontraba con las manos levantadas y estaba enmanillado.