El base de los New York Knicks es el primer asiático-americano en llegar a la máxima categoría del basquetbol mundial. Si bien nació en Estados Unidos, ya es héroe en Taiwán y en China. El camino que debió transitar fue sinuoso y siempre le exigió el máximo. Con 23 años y en menos de un mes, pasó de jugar en el equipo de Liga de Desarrollo -filial de New York Knicks- a estrella de uno de los conjuntos históricos de la NBA. Nació en Palo Alto -California- y tuvo una infancia en la que no le sobró nada. Sus padres, inmigrantes taiwaneses, se instalaron en EEUU para buscar un mejor futuro. Si bien las limitaciones económicas eran reales, también era real que sus progenitores iban a hacer lo imposible para que Jeremy Lin vaya a la universidad. Con ese objetivo, el adolescente decidió filmar sus habilidades para el básquetbol y envió los videos a las más exigentes casas de estudio. Las primeras en responder fueron UCLA, Stanford y California. Todas dijeron que no. Pero la perseverancia parece ser una constante en la vida del joven. Después de varios intentos, dos respondieron positivamente: Harvard y Brown, ambas de la Ivy League -que congrega a las universidades que no dan becas deportivas, sino académicas.
Fuente: america.infobae.com
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