Los nuevos aprenden la táctica


La tercera fue la vencida y por fin la selección nacional pudo entrenarse ayer en un espacio abierto, la cancha Zapata, después de que los dos días anteriores desde que inició su primer miniciclo del año estuviera “encerrada” por culpa del mal tiempo. Gustavo Quinteros aprovechó para comenzar a inculcar los conceptos tácticos a los jugadores que por primera vez fueron convocados desde que él se hizo cargo de la dirección técnica. Como la mayoría de los citados se estrena bajo su mando, la sesión vespertina fue precisamente para que trabajen en conceptos de presión en la marca y toque rápido.

El grupo fue dividido en tres: dos en cancha, ejerciendo funciones con y sin pelota, y uno esperando entrar en acción en uno de esos roles. El plantel se preparó en dos turnos (por la mañana la labor fue en el estadio Obrero, en Miraflores), en ambos casos sobre césped sintético, debido a que las canchas de césped natural no están bien como consecuencia de las lluvias. Gustavo Quinteros y su asistente técnico Marco Sandy impartieron diversas instrucciones. Hubo pasajes en los que abundaron las explicaciones; en otros momentos los jugadores captaron al instante lo que querían los conductores.

El orden táctico que caracteriza a los equipos de Quinteros se cumplió a rajatabla, con poco espacio para desplazarse. El grupo está completo con la llegada de Jaime Robles, pero el mediocampista de Aurora acusa una molestia que le impidió trabajar con el resto, de manera que se dedicó a hacer trotes y caminatas por un costado de la cancha, completando la labor con fases de elongación supervisados por el cuerpo médico. “Es siempre bueno estar en el grupo. Lo mío no es nada grave, me programaron labor diferenciada y mañana (por hoy) ya estaré trabajando con normalidad”, dijo Robles.



Los arqueros también hicieron lo suyo, se reservaron para ellos un sector para trabajar en las técnicas propias. Al mando de Marcelo Soliz fueron exigidos en la reacción y velocidad para llegar a los balones. Para Álex Arancibia no fue complicado adaptarse al sistema de trabajo, el golero de Oriente Petrolero cumplió igual que Sergio Galarza y Carlos Lampe.

Fuente: Unitel.

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