La canciller Angela Merkel ha aceptado “con gran respeto y profundo pesar” la dimisión del presidente federal, Christian Wulff. En una breve comparecencia pública sin preguntas, Merkel ha anunciado que buscará el acuerdo con socialdemócratas (SPD) y Verdes para elegir el próximo presidente de Alemania.
Tras las más de nueve horas y tres rondas de votación que necesitó para imponer al candidato Wulff en la Asamblea Federal de 2010, Merkel quiere evitar ahora una nueva votación agónica para determinar el futuro jefe del Estado. Es de esperar, por tanto, que el tercer presidente alemán en solo una legislatura sea ajeno a los partidos de la coalición de centro-derecha que preside Merkel. Si no consigue pactar un candidato de consenso con la oposición, la canciller se arriesga a que su escasa mayoría en la Asamblea no le alcance para colocar a su candidato.
Christian Wulff solo ha aguatando en el cargo 598 días. Según ha explicado el dimisionario esta mañana, las acusaciones contra él le impedían ejercer el cargo con la credibilidad que éste exige en Alemania y “también en el extranjero”. Anunciada su dimisión, Wulff ha dicho que la cobertura mediática de los últimos meses lo ha “herido” a él y a su esposa.
En diciembre, diversos medios sugirieron que el populista diario Bild, que destapó el escándalo, guardaba pruebas desagradables sobre el “pasado” de la segunda esposa del presidente. El propio Wulff comentó estos rumores en una entrevista concedida cuando comenzaron los escándalos.
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Merkel ha dicho hoy que tanto el expresidente como su esposa Bettina “han representado a Alemania dignamente dentro y fuera del país”. Destacó la canciller “su compromiso con una Alemania moderna y abierta”. En una de las escasas frases memorables de su mandato, Wulff defendió en 2010 que “el islam pertenece a Alemania”. Es una obviedad en un país con más de dos millones de musulmanes, pero desató un encendido debate sobre la integración de los inmigrantes y los valores de la República.
Los Verdes ya han anunciado hoy su disposición a buscar candidato de consenso con los demás partidos parlamentarios. La Ley fundamental alemana estipula un plazo de 30 días para reemplazar al jefe del Estado. Hoy se especula sobre la posibilidad de que se vuelva a nominar a Joachim Gauck, el candidato que presentaron SPD y Verdes en 2010. De momento, asumirá la representación del Estado el presidente de la Cámara Alta (Bundesrat), Horst Seehofer (CSU), que también es primer ministro en Baviera.
Fuente: www.elpais.com