TIPNIS, choque entre dos pueblos con culturas diferentes


Ismael Schabib* A este gobierno lo vamos a recordar por ser un ejemplo de lo que no se debe hacer: Dividir a Bolivia. El asunto del TIPNIS es mucho más que un problema relacionado con el respeto a la ley y la ecología, es además el choque de pueblos bolivianos con culturas y formas de vida diferentes, donde se vulnera totalmente el principio de pluralidad, que es uno de los que alimenta la democracia y los Derechos Humanos, donde los avasallados son los más humildes, los más pobres, los más vulnerables, los que no gozaron de los beneficios de la gran Revolución del 9 de Abril de 1952 cuando la clase media de Bolivia pagó su deuda histórica con los indígenas Quechua y Aimara, pero olvidó al indígena de tierras bajas, quizá por ser muy pocos o estar muy lejos del poder. Todavía queda una deuda, esta es la oportunidad para pagarla.Ambos grupos difieren en como encaran la vida, los de las tierras bajas, Yuracaré-Mojeños al igual que sus antepasados necesitan grandes espacios donde cazar y pescar, los otros bolivianos, los colonos cocaleros, que en este caso son los Aimara-Quechuas, saben sembrar, viven de la agricultura como sus antepasados, necesitan menos espacio. Para mantener el TIPNIS como aconsejan los ecologistas el estilo de vida de los Yuracaré-mojeños es el que mejor se adecúa, además de ser los originarios del lugar.Unos hablan idiomas reconocidos en nuestro país desde antes que el Sr. Morales sea presidente, los otros, hablan todavía lenguajes de menor jerarquía, catalogados como dialectos en vías de extinción, unos suman millones los otros no llegan a 300 mil, para unos ya hubo una revolución, para los otros no, unos gozan de los favores del gobierno porque son su sostén, los otros son reprimidos por él, unos se encuentran ensoberbecidos porque son un poder político, los otros apenas pueden reclamar que se cumplan las leyes y sus derechos, unos son invitados de honor en el Palacio de Gobierno, hacen fiestas y comilonas, los otros no pueden reunirse en el hall, unos son un súper estado en el “Chapare”, los otros están siendo avasallados en el TIPNIS.Pensar que los “cambas” tienen que tomar cartas en el asunto en defensa de los indígenas de las tierras bajas porque son uno de los orígenes de su identidad, es un error, es seguirle la “jugadita” al gobierno, darle gusto al racismo, este no es un asunto de raza, sino de principios, ya lo demostraron los paceños con la cálida acogida que les hicieron, debemos apoyarlos todos los bolivianos (Cambas, Collas y Chapacos) debemos demostrar nuestra vocación de justicia, nuestra solidaridad con el débil, hacer prevalecer la ley. Debemos apoyarlos porque son los que más necesitan, porque tienen la razón, son los indicados para preservar el TIPNIS, porque no siembran coca para hacer cocaína, no son depredadores del medio ambiente, al contrario, pueden ser un freno de estos.Apoyar a los indígenas del TIPNIS, es cumplir con la doctrina cristiana, no olvidemos que los humildes y vulnerables son los preferidos de Cristo, porque son los que más necesitan, no podemos estar con Dios y el diablo. Las treinta monedas de plata que ofrece el narcotráfico por la coca no deben pasar más allá. Nadie se opone a la construcción de la carretera Cochabamba-Beni, construirla bordeando el TIPNIS por el Este, puede brindarnos el beneficio agregado de desacelerar la corriente de gran porcentaje del agua que baja de las alturas desde el Sur Oeste que, en tiempo de lluvias inunda el Beni central causando estragos a la ganadería e impidiendo hacer agricultura, amenazando con hacer desparecer ciudades como Trinidad, la capital del Beni, Santa Ana del Yacuma y otras poblaciones vecinas.*Vicealmirante de la República de Bolivia