Tras un enfrentamiento de tres horas y media con fuerzas policiales, las personas discapacitadas que llegaron a la sede de gobierno de una caravana que se inició en noviembre, decidieron instalarse en la esquina Yanacocha e Ingavi, para protestar contra el gobierno de Morales y para que un grupo de sus representantes inicie una huelga de hambre. La jornada que se inició con señales de apoyo a las personas especiales que reclaman un bono anual de Bs 4.800 acabó con violencia y con mucha mayor tensión que en octubre, cuando los indígenas defensores del TIPNIS llegaron a la ciudad de La Paz e ingresaron a la plaza Murillo o del 30 de enero, cuando los indígenas del Conisur ingresaron por la fuerza al kilómetro cero.
En esta oportunidad, los policías, organizados en dos barreras, evitaron que los discapacitados ingresen a la plaza Murillo. Y en esa tarea se desató un enfrentamiento en el que hubo uso de agentes químicos, pistolas de descarga eléctrica, muletas, sillas de rueda y mástiles como objetos de ataque, Los violentos hechos que se prolongaron hasta bien entrada la noche causaron nueve heridos, seis policías y tres personas con capacidades diferentes, además de tres detenidos. Los forcejeos dieron inicio a un enfrentamiento entre los discapacitados y la misma Policía durante tres horas y media, donde resultaron heridos seis policías y tres discapacitados.
Además hasta tres personas en silla de ruedas fueron aprehendidas en dependencias de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC). Los discapacitados buscaron superar la segunda barrera que estaba compuesta por efectivos varones y casi lo logran, ante lo cual, los uniformados usaron agentes químicos contra los discapacitados y hasta pistolas de electricidad. Ya en la Plaza Murillo, había otro contigente policial que esperaba a la caravana con buses y hasta sogas. Desde ahí, el director de de Régimen Interior, Boris Villegas, observaba los hechos con evidente molestia. “No hay ningún herido, todos los heridos son de la Policía porque está siendo agredida por estas personas mal llamadas marchistas pacíficos.
Los efectivos no tienen ningún instrumento coercitivo mientras estas personas tienen palos, petardos y pintura”, reclamó. Posteriormente, se informó que al menos seis policías resultaron heridos incluso uno por una mordedura de un can pitbull amaestrado que uno de los discapacitados, el cual fue confiscado. El diputado de Convergencia Jaime Estivariz , que lideró la protesta desde su silla de ruedas, anunció que la medidas serían el comienzo de la lucha por la reivindicación de sus derechos. “A partir de ahora va a continuar la protesta por la libre locomoción.
No echarán en ningún tacho nuestros derechos. Nos quedaremos aquí a instalar una vigilia”, dijo después de reunirse con la senadora del MAS Rina Aguirre, quien sufre de discapacidad visual, quien no pudo calmar el descontento de la protesta. Por su parte, el dirigente discapacitado Juan José Barrera anunció que ellos ingresarían en una huelga de hambre para hacer presión contra el gobierno y lograr un bono de 3.000 bolivianos equivalente a 428 dólares anuales. “Queremos invitar al Presidente a tener una reunión junto a los medios de comunicación para debatir”, decía Barrera.
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Fuente: Jhon Arandia, Todo A Pulmón, Cadena A.
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