El TIPNIS no se defiende sólo con apoyo moral


Hugo Salvatierra

SALVATIERRA Observo con profunda preocupación la permanente campaña mediática del gobierno sobre la realización de la consulta previa para la construcción de la carretera que atravesará el corazón del parque nacional Isiboro – Sécure, reserva natural y ecológica del pueblo boliviano.

El gobierno ha movilizado a sus “alfiles”, Romero y Quintana, seguramente con la finalidad de quebrar la unidad del movimiento indígena de tierras bajas, ofreciendo toda clase de ayuda, dando prebendas y haciendo promesas, que el gobierno nunca cumple una vez que logra sus objetivos. Veamos el caso de los discapacitados a quienes se les prometió y no se les cumplió. Este sector le arrancó por la fuerza unas migajas al gobierno de Evo Morales.



El gobierno no solo realiza campañas mediáticas a través de los medios de comunicación, sino que pretende tomar el territorio para influir, manipular y amedrentar a los indígenas de tierras bajas, para lograr su oscuro propósito de construir una carretera atravesando el TIPNIS, la misma que ha sido rechazada por el pueblo boliviano.

El movimiento de tropas y las incursiones permanentes de funcionarios del gobierno al TIPNIS es una muestra clara de las intenciones que tienen los que ostentan hoy el poder. No escatiman recursos económicos para cumplir una promesa a los cocaleros de entregarles tierras y tomar el oriente boliviano.

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El conflicto por el TIPNIS está en pleno proceso de escalamiento y el gobierno ya inició actividades para tomar y ocupar el territorio indígena hasta la realización de la consulta previa. Después vendría la carretera, la cocalización y la colonización del oriente boliviano.

En su afán colonizador, el gobierno del MAS arremete señalando que los indígenas de tierras bajas son minorías, pero esa es una verdad a medias. Nosotros los mestizos somos parte de ellos. El mestizaje es producto de la unión, por amor y no por violencia, de españoles e indígenas.

Desgraciadamente, en esta desigual lucha entre David (indígenas) y Goliat (gobierno), el poder político está utilizando ingente cantidad de recursos económicos en contra del TIPNIS. Mientras que los indígenas de tierras bajas se encuentran solos y como siempre, “yescas” (sin dinero) pero con la moral muy alta.

La octava marcha indígena nos ha demostrado la capacidad de lucha de este sector de la sociedad, olvidados por propios y extraños. Por eso, es importante y oportuno que el pueblo que le brindó su apoyo moral a los indígenas de tierras bajas, ahora conviertan ese apoyo en algo material y tangible.

Los bolivianos no debemos permitir que el gobierno abuse de un sector que lucha por mantener su territorio, su hábitat natural. Es necesario realizar una colecta pública para generar recursos económicos que sean destinados a la lucha en defensa del TIPNIS, en defensa del medio ambiente y por un futuro digno para los indígenas y nuestros hijos.

No permitamos que el gobierno manipulador intente derrotar a los indígenas y luego someterlos al régimen cocalero y colonizar al Oriente boliviano.