La coca: entre la politización, el narcotráfico y la industrialización

Continúa la controversia sobre la milenaria hoja. El negocio ilícito del narcotráfico. Cultivos provocan desnivel en la economía de Bolivia. Amenaza: daños irreversibles a la tierra y el medioambiente.

image El 12 de marzo, miles de pobladores acullicaron la hoja de coca en una suerte de reivindicación sectorial.

La Paz, El Diario



Bajo el cielo casi siempre nuboso de la ciudad de La Paz, miles de productores de la hoja de coca en el país, se movilizan. Es lunes 12 de marzo, y los campesinos de Tierras Altas pretenden recordarle al país el valor ancestral y cultural de la hoja milenaria, a través del masticado o del conocido “acullicu” y manifiestan su indignación ante una supuesta penalización de esta costumbre ancestral, a nivel internacional.

Cuenta la leyenda, que en tiempos de la Colonia, un anciano sacerdote llamado Kjana – Chuyma, huyó a orillas del Lago Titicaca, llevando en sus brazos los tesoros más preciados del templo del dios Sol. Para su desgracia los soldados españoles lo alcanzaron. Aprehendido por los españoles fue dejado moribundo a orillas del Lago donde el dios Inti le reveló la planta de hojas verdes y ovaladas. “Será el talismán inapreciable para los días amargos”, le dijo.

Más allá del haz de leyenda que rodea a la hoja milenaria, en los últimos años el tema se ha politizado advirtiendo sus fines económicos, de acuerdo con el analista Carlos Cordero.

“Se trata de la influencia económica que tiene la hoja de coca, que es un medio de subsistencia de un número importante de familias que son minoritarias de otros grupos minoritarios en el país”, indicó.

Sin embargo, Cordero señala que esta creciente producción fortalece el enriquecimiento ilícito de quienes se benefician del narcotráfico.

“Los intereses de los narcotraficantes, se han filtrado a la cultura. Estos sindicatos cocaleros, hacen una reivindicación de la coca y están siendo instrumentalizados por los intereses económicos del narcotráfico”, expresó.

Por otro lado, el analista Edwin Quiroz, destacó que siendo el jefe de Estado, Evo Morales, presidente de las seis federaciones cocaleras del trópico de Cochabamba, la politización se asume como un tinte oficialista del partido de Gobierno.

“El Presidente es el principal vocero de los sindicatos productores de coca. Nunca ha escondido esa condición. Buena parte de los bolivianos han votado por Evo Morales, conociendo su origen, su estrecha vinculación con estas corporaciones y productores, al cual se han articulado otras organizaciones. La coca y la economía de ésta, se han politizado y desde el poder se ha tratado de darle mayores atributos a la hoja de coca, pero no es otra cosa que un pretexto de la instrumentalización de la hoja”, afirmó.

La campaña emprendida por el gobierno de Evo Morales busca despenalizar el masticado de la hoja que se encuentra observado en la Convención de Viena de 1961. La estrategia de defensa asumida por el Ejecutivo, sin embargo, busca también empatar criterios jurídicos entre la Carta Magna y los tratados internacionales cuyo plazo vence en 2013.

El Art. 384 de la CPE cita a este producto: “El Estado protege a la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural, recurso natural renovable de la biodiversidad de Bolivia, y como factor de cohesión social; en su estado natural no es estupefaciente. La revalorización, producción, comercialización e industrialización se regirá mediante la ley”. (Informe especial-Maria Carballo)

El negocio ilícito del narcotráfico

Las críticas al Gobierno nacional, por parte de legisladores de oposición y la comunidad internacional, debido al incremento de los hechos de narcotráfico en el país, se hacen cada vez más evidentes.

Para el diputado por Convergencia Nacional (CN), Tomás Monasterios recordó que constantemente se demanda al Ejecutivo que plantee y efectúe políticas serias en la lucha contra el narcotráfico.

“Miles de hectáreas de la coca excedentaria, están pasando de manera directa a manos de los carteles internacionales que están operando en el país”, señaló.

Ante estos hechos, el legislador presentará el próximo lunes dos acciones concretas que responden a la solicitud de la cooperación internacional a través de organismos que coadyuven en esta tarea.

“Se trata de comprometer colaboración de organismos internacionales para que nos ayuden con esta tarea que se ha convertido en un mal de la sociedad”, explicó.

La segunda propuesta consta en un proyecto de Ley modificatorio a la actual Ley 1008, que limita las hectáreas de la hoja de coca para uso tradicional.

“En este caso, hay que endurecer las sanciones y las penas para quienes trafican drogas y reducir las hectáreas de las hojas de coca excedentarias en el territorio nacional”, puntualizó.

Monasterios informó que estas dos medidas, serán presentadas ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, con el objetivo de que el canciller David Choquehuanca realice las gestiones necesarias para iniciar una “verdadera lucha contra el narcotráfico.

El legislador recordó que los nexos entre la producción de hoja excedentaria y narcotráfico, provocan los altos índices de seinguridad ciudadana en el país.

A su turno, la diputada por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Betty Tejada, admitió los vínculos existentes entre la hoja de coca y el narcotráfico, aunque aseguró que los mismos se consolidaron antes de que el presidente Evo Morales y el MAS fueran parte del Gobierno actual.

Cultivos provocan desnivel en la economía del país

image Otro de los aspectos de la hoja de coca analizado por expertos y analistas, es que los cultivos de esta planta provocan un desnivel en la economía de los bolivianos.

Año tras año, las hectáreas de coca excedentaria se incrementan en territorio nacional, especialmente en el norte del departamento de La Paz y en el trópico cochabambino, pese a existir una norma vigente (Ley 1008) que norma 12.000 hectáreas como reglamentarias para el uso tradicional.

Para el analista Carlos Cordero, aún no se establece la dimensión del impacto de este desnivel económico causado por el excedente de la coca.

“Sabemos que el dinero del narcotráfico, entra a la economía. Hay estimaciones sobre la base de los cultivos, que serían alrededor de 500 millones de dólares, sin embargo, no hay pruebas de que sean más. El Gobierno tampoco tiene la capacidad para determinar aquello”, dijo.

Asimismo indicó que los productores de la hoja de coca deberían pagar impuestos como el resto de la ciudadanía, lo cual sería un aliciente para controlar los cultivos excedentarios de esta planta milenaria.

“Pero este siempre ha sido un Estado que se ha sustentado sobre la explotación de los sectores populares y analfabetos. Esa tradición pasa porque el Estado liberal no puede cobrarles impuestos y más bien dotarles de todo tipo de beneficios”, señaló.

Por otro lado, el diputado de Convergencia Nacional (CN), Mauricio Muñoz, propietario de una empresa que fabrica licor en base a coca, lamentó el poco apoyo que otorga el Gobierno actual al desarrollo alternativo.

“Nosotros, por localidad logramos llegar a un mercado exigente en nuestro país, somos un referente de un producto de destilación, en base a la hoja de coca. No pudimos exportar al nivel que queríamos porque no hubo apoyo del Gobierno pese al pedido”, manifestó.

Amenaza: daños irreversibles a la tierra y el medioambiente

De acuerdo a la agencia de noticias GAIA, un estudio realizado por la Conservación Internacional de Bolivia, en octubre del 2011, señala que a raíz de la actividad agrícola en el país, principalmente en el ámbito de la soya y la coca, se deforestan anualmente más de 350 mil hectáreas de bosque, siendo parques nacionales como el Isiboro Sécure y Carrasco los que más reducirían sus extensiones producto de la expansión de esos monocultivos.

Al respecto, el director Ejecutivo de dicha organización, Eduardo Forno, manifestó su preocupación sobre el tema y afirmó que es necesario que el Estado, en el marco de su política de protección a la Madre Tierra, evite una mayor tala de árboles, debido a que la pérdida de estos espacios estarían afectando severamente a la biodiversidad y riqueza natural de Bolivia.

“Tenemos 350 mil hectáreas al año que se están deforestando (…) Las actividades que empujan más a esta deforestación son los caminos, como el que se pretende construir en el TIPNIS y los monocultivos tan fuertes que hay en Bolivia; ahí yo pongo en el mismo nivel, por un lado a los principales deforestadores de Bolivia, que son los productores de soya y los cocaleros”, denunció.

Dicho estudio, también devela que entre 1976 y 2007 se deforestaron 76.430 hectáreas de espacio vegetal boscoso de los 1.3 millones de superficie con que cuenta el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), de las cuales el 97% se debió a la siembra de la coca.

La planta de la hoja de coca, absorbe los nutrientes de la tierra. Después de cinco años la tierra queda tan erosionada que no esta apta para cultivar otros productos alternativos.

La diputada por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Betty Tejada, admitió que existen pocos proyectos de desarrollo alternativo en el país para que los agricultores puedan dejar la actividad del cultivo de la hoja de coca.

“Son procesos demasiados costosos, el cultivo de productos alternativos necesita de alta tecnología y de altas inversiones para realizarse”, dijo.

La constante pérdida de nutrientes en los cultivos existentes sería la principal causa por la que los productores de coca apuntan a copar nuevos territorios y garantizar su actividad por otros 15 años.

Propiedades medicinales

image El Ministerio de Planificación del Desarrollo y el Viceministerio de Ciencia y Tecnología, junto a la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial realizó un estudio en el año 2007, acerca del uso medicinal de las plantas mas conocidas en el país.

En nuestro país, la hoja de coca es parte de las ocho plantas medicinales más importantes del territorio nacional. Entre ellas se encuentra, el paico (cólicos, resfríos), el llantén (infecciones urinarias), la lechuga (diabetes), la chirimoya (alteraciones intestinales), hierbabuena (analgésico, digestivo), la cola de caballo (hemorragias, tratamiento de tumores) y la manzanilla (infecciones externas).

La hoja de coca cuenta con propiedades medicinales para aliviar cualquier clase de problemas estomacales, especialmente dolores o espasmos, náuseas e indigestión y también para tratar tanto el estreñimiento como la diarrea. Es también considerada como un restaurador de la fatiga física y dolor de cabeza en las alturas, el conocido “sorojche”.

LEYES

En el contenido de este estudio, también nombra a algunas normas para medicamentos naturales, tradicionales y homeopáticos. Es el caso de la resolución ministerial, número 0013 aprobada el 16 de enero del 2001.

Dicha resolución define a un medicamento natural y tradicional, aquel que en su composición tiene principios activos o partes obtenidas directamente o mediante procedimientos específicos de vegetales, minerales o animales cuyo uso se haya justificado por la práctica medicinal o tradicional o científicos.

El Erythroxylum coca, más conocido como “coca”, se encuentra entre estos medicamentos naturales de mayor potencialidad en territorio nacional.

“De acuerdo a los antecedentes de los saberes ancestrales y estudios científicos, el país considera a la coca como producto con alto potencial de demanda interna y externa. Para ello, es necesario recordar que los usos conocidos de acuerdo a los saberes de la medicina tradicional, atribuyen a la coca propiedades curativas para problemas que hacen a la salud del individuo, como dolores de cabeza, malestares estomacales, reumatismo, resfriado, fiebres, asma, luxaciones y fracturas e inflamaciones, de acuerdo a trabajos publicados por Carter 1996”.

“Por otro lado, estas propiedades han despertado la inquietud de muchos investigadores entre los se destacan los trabajos de Spielvogel y Col de 1997, que demuestran la influencia del consumo de coca en la actividad energética, aspecto relevante de acuerdo a los últimos conceptos de la calidad de vida a partir de los nutrientes que se consumen, con una fuerte tendencia a la importancia de la función biológica de los nutracéuticos y adaptógenos”, cita el informe.