A raíz de la postura asumida por algunos dirigentes alteños y recogida por voceros del oficialismo, parlamentarios de Convergencia Nacional (CN) negaron que la introducción de la pena de muerte sea la solución para la inseguridad ciudadana y advirtieron que se trataría más bien de “una forma de descargar las responsabilidades de quienes deberían estar impulsando la modernización de la Policía y la eficiencia del sistema judicial”.Así lo señaló el diputado Andrés Ortega, quien calificó a la pena de muerte como “la victoria de la demagogia, la derrota de la justicia y el fracaso de la razón”.Por su parte, el jefe de la bancada de CN en la Cámara de Diputados, Luis Felipe Dorado, subrayó el peligro que implica darle al Estado el poder sobre la vida y muerte de los ciudadanos, “sobre todo con un gobierno de tendencias autoritarias como el actual”.Ambos coincidieron en señalar que la experiencia universal demuestra que la pena de muerte no reduce la criminalidad y que la verdadera solución al problema pasa por reformas policiales y judiciales.