Christian Mamani, de 6 años, participó de la caravana que partió de Beni hacia La Paz y su salud quedó muy afectada.
Velorio del niño en el templo de San Francisco, ayer.
Christian Mamani Aldaba falleció ayer en la ciudad de Cochabamba sin poder beneficiarse del bono anual de 1.000 bolivianos que lograron del Gobierno las personas con discapacidades tras casi tres meses de movilizaciones.
El pequeño de seis años con discapacidad, afectado desde sus primeros meses de vida por continuas convulsiones, participó junto a su mamá de la caravana que partió de Trinidad (Beni) y de la vigilia que se instaló en la ciudad de La Paz exigiendo un pago anual de 3.000 bolivianos.
Desde la movilización su salud quedó afectada, tenía tos y una afección en la garganta. Su mamá, Asunta Aldaba Soliz, cuenta que su estado se agravó y le llevó al hospital Viedma para que sea atendido, el médico le recetó un medicamento que costaba 125 bolivianos que no pudo comprarlo y su hijo no resistió más y falleció ayer a las 8:00 a causa de convulsiones.
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Tenía la esperanza de que Christian se beneficiaria con el pago de 1.000 bolivianos y con eso comprar sus medicamentos, pero no aparecía en el Banco su nombre en el sistema y le indicaron primero que el trámite demoraría dos semanas y luego de que debía esperar tres semanas.
“Sin agarrar su bono se ha muerto, estaba realizando los trámites. Ahora que ha fallecido ya no va a poder tener ese bono, tres meses hemos estado en la vigilia en La Paz, todo en vano, tanto nos sacrificamos en lluvia y frío, en silla de ruedas y cargado.
El Gobierno apenas aprobó 1.000 bolivianos para los graves y muy graves. Mi hijo no ha agarrado ni un peso, ni siquiera 10 centavos”, expresó la mamá al apelar a la solidaridad de la gente.
Los restos del niño son velados en una capilla ardiente que se instaló en puertas de la Iglesia de San Francisco, lugar donde más de tres semanas las personas con discapacidad mantuvieron una vigilia por la aprobación de la Ley de Trato Preferencial para las personas con Discapacidad que incluya un bono anual.
Con el aporte de todos sus compañeros de movilización se compró el ataúd y se realizan los trámites para su entierro hoy.
No renuncian a bono de 3 mil
Las personas con discapacidad que participaron de la movilización por un bono de 3.000 bolivianos consideran que su lucha por ese pago anual no terminó pese a que el Gobierno solo otorgó un pago de 1.000 bolivianos año sólo para aquellos que tienen una discapacidad grave o muy grave.
Compungidos por la muerte de Christian Mamani, “un compañero de lucha”, anticiparon que se reorganizan para retomar su lucha por ese bono que creen que por derecho les corresponde y les dará oportunidad de vivir, pues con eso podrán pagar sus medicamentos y suplir la falta de fuentes de trabajo para ellos.
“Nos da mucha pena la pérdida de otra vida, de un niño que nos acompañó en la vigilia en La Paz, siempre lo vamos a llevar en el recuerdo. El costo que se está pagando en esta lucha por ese bono es muy alto, esperamos algún día poder conseguir algo más. Ojalá las autoridades se sensibilicen algo con nosotros, hay muchos como Christian que necesitan de ese bono”, dijo Zenón Choque.
Al igual que Choque, Domitila Mallku, otra de las personas con discapacidad que participó de las movilizaciones y ayer acompañaba los restos de Christian, lamentó la insensibilidad del Gobierno para este sector de la población que, por falta de medicamentos y los elevados costos de la atención médica, no tiene derecho a nada.
“No estamos resignados y tampoco divididos, vamos a reorganizarnos y retomar la lucha con más fuerza”, aseveró Mallku.
Los Tiempos – 18/03/2012